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Aunque la conducta que debe seguirse ante los traumatismos graves de la columna cervical está bien establecida, no sucede lo mismo con la conducta relativa al tratamiento de la columna cervical postraumática benigna no neurológica, en la que una atención médica inadecuada o tardía puede favorecer el paso a la cronicidad, a menudo mantenida por el contexto psicológico y medicolegal.El síndrome subjetivo de los pacientes afectados por un traumatismo de la columna cervical no debería producirse si se instaurara una reeducación eficaz y precoz basada en las finalidades funcionales de este segmento raquídeo.Palabras Clave: Látigo cervical, Latigazo, Traumatismo de la nuca, Lesión craneocervical por aceleración, Cervicalgias postraumáticas, Masokinesiterapia, Reeducación muscular, Kinesiterapia educativa
En 1657, el cirujano Van Meeckren redactó en latín los primeros informes acerca de esta enfermedad.Pero es al danés Ehlers y al francés Danlos a quienes correspondió el mérito de haber descrito los síndromes (el primero en 1899 y el segundo casi 9 años después) que, a partir de 1936 y por iniciativa de Parkes-Weber, llevarán sus nombres.En la clasificación de Villefranche, en 1977, se individualizaron seis formas diferentes basándose en criterios genéticos y clínicos.La forma más frecuente es autosómica dominante.Los síndromes de Ehlers-Danlos aparecen hoy como un conjunto muy dispar que combina hipermovilidad articular, hiperelasticidad cutánea, dolor, cansancio, fragilidad vascular y otras manifestaciones no tan frecuentes, pero sí graves desde el punto de vista funcional (sordera, alteraciones de la visión, problemas dentales) o del pronóstico vital (perforaciones digestivas, roturas de aneurismas).El diagnóstico se suele formular demasiado tarde por desconocimiento de las manifestaciones señaladas.Los únicos tratamientos eficaces son los de la medicina física y de readaptación (ergoterapia, fisioterapia, ortesis, agentes físicos).La cirugía funcional se debe prescribir con prudencia por la frecuencia de los fracasos por recidivas.Estas afecciones, muy invalidantes y con gran repercusión en el aspecto psíquico, necesitan apoyo psicológico y social.
La toxina botulínica es una neurotoxina sintetizada por una bacteria anaerobia, Clostridium botulinum.Se conocen siete serotipos (de A a G), de los cuales los serotipos A, B y E se consideraron responsables del botulismo; los serotipos A y B se emplean en terapéutica.La toxina actúa en la placa motriz, donde se fija de forma irreversible sobre los receptores presinápticos y bloquea la liberación de acetilcolina.En consecuencia, la unión neuromuscular se inactiva de forma definitiva, pero la constitución de nuevas uniones en pocas semanas o meses explica el efecto pasajero de las inyecciones.
La prótesis de rodilla se perfecciona desde hace más de cien años y en la actualidad es parte de una intervención quirúrgica confiable cuyos beneficios para el paciente son inexistencia de dolor, movilidad y estabilidad.El reemplazo protésico puede ocupar uno o más compartimientos de la rodilla: prótesis femorotibial unicompartimental, femoropatelar y total.Las complicaciones postoperatorias precoces son: sepsis, dehiscencias o necrosis de las cicatrices y alteraciones tromboembólicas.De manera más tardía pueden aparecer complicaciones rotulianas en forma de fractura, inestabilidad, rotura del tendón rotuliano o Clunk syndrome (síndrome del «clunk» patelar); inestabilidad frontal o sagital residual; aflojamiento aséptico; desgaste del polietileno.El objetivo de la rehabilitación es la recuperación funcional, lo cual implica alcanzar una movilidad suficiente (de 0 a 110) y un control muscular que facilite el apoyo monopodálico estable.Los trastornos tróficos postoperatorios necesitan tratamiento y vigilancia médica atenta para detectar sepsis, algodistrofia o flebitis.La fisioterapia se debe fraccionar durante el día.No se debe utilizar ninguna técnica agresiva y los métodos de fortalecimiento muscular deben otorgar privilegio a la cadena cerrada.Por último, los ejercicios propioceptivos en carga son fundamentales para garantizar la función de marcha y la longevidad del implante protésico.
En los últimos años, el tratamiento farmacológico de la artritis reumatoide ha evolucionado hacia la instauración temprana de un tratamiento de fondo adaptado y destinado a retardar la degradación articular.Los medios terapéuticos se han enriquecido con nuevas moléculas químicas, como la leflunomida y otras producidas por la biotecnología y dirigidas contra el factor de necrosis tumoral o los antagonistas de la interleucina 1.La gran variedad de tratamientos farmacológicos obliga a desplegar estrategias terapéuticas que, conforme a la gravedad de la dolencia, pueden incluir combinaciones entre las diferentes moléculas.El control de la inflamación articular es el requisito previo indispensable para una rehabilitación funcional eficaz.
La rigidez postraumática de los dedos es frecuente y costosa en términos humanos y económicos.Curiosamente, la causa más común sería aún iatrógena por falta de tratamiento o aplicación de tratamientos incorrectos.Eso ocurre a pesar de que se conocen cada vez mejor los mecanismos fisiopatológicos del trastorno, y que la precisión del diagnóstico permite enfocar bien el problema y ajustar el tratamiento.Éste progresa en forma constante, destacándose los pequeños dispositivos ortésicos y la inclusión del movimiento activo, intencional, en ergoterapia.Los autores analizan todos esos elementos y hacen hincapié en las características que dependen de la localización anatómica de las lesiones y del origen traumático o quirúrgico.
Las prótesis del hombro han cambiado mucho en los últimos 50 años.El enfoque actual apunta al uso de prótesis semirrestringidas que, si bien proporcionan mayor movilidad, necesitan que el manguito de los rotadores esté intacto.El buen resultado funcional requiere un tratamiento de rehabilitación.Éste, que comienza durante la fase de inmovilización con la finalidad principal de recuperar las movilidades pasivas del hombro, y en particular de la articulación glenohumeral, prosigue tras la ablación progresiva de los elementos de contención mediante trabajo muscular activo asistido, facilitado por la balneoterapia.La última fase combina el trabajo muscular con la recuperación de los movimientos, en este caso con amplia participación de la ergoterapia.La rehabilitación es sobre todo analítica en la primera fase, analítica y global en la segunda, básicamente destinada a la recuperación de los movimientos, eventualmente con un desarrollo de compensaciones, en la tercera.
La prescripción de zapatos ortopédicos se inscribe dentro del marco terapéutico no sólo para el tratamiento de una deficiencia sino también para el manejo de una minusvalía funcional o estética.El perfeccionamiento de los tratamientos médicos y de las técnicas quirúrgicas ha hecho que se reduzcan algunas de sus indicaciones como la poliomielitis o el calzado infantil, mientras que se han desarrollado otras, como el pie diabético.La evolución de los materiales y de las técnicas ha permitido sustituir progresivamente el término de «zapatos ortopédicos» (denominación casi peyorativa que para la mayoría de los pacientes y muchos terapeutas se correlaciona con las ortesis de cuero y acero, eficaces aunque a menudo pesadas y desagradables) por la denominación «zapatos a medida» correspondiente a artículos de calzado, igual de eficaces pero mucho más estéticos.El éxito de su prescripción y de su realización pasa por un diagnóstico preciso de la afección causal y de sus consecuencias funcionales, así como por una estrecha colaboración entre el paciente, el médico prescriptor y el ortesista podológico.Las posibilidades de corrección, estabilización o descarga son múltiples, pero su elección sigue siendo la mayoría de las veces empírica y no se basa en una evaluación científica.El incremento de la utilización de sensores de presión y de pistas de marcha debería permitir la mejora progresiva de esta modalidad terapéutica.
La exploración de las amplitudes articulares es una técnica de análisis que permite cuantificar el movimiento del eje articular y las deformaciones ortopédicas, así como detectar los episodios de dolor y las sensaciones al final de un movimiento.Por tanto, es de índole cualitativa y cuantitativa.En combinación con otros métodos de exploración, contribuye a la formulación de un diagnóstico que hace posible la prescripción de un tratamiento adecuado, el análisis de los progresos alcanzados y la comunicación de los resultados a las personas interesadas.Las técnicas de medición son numerosas y cada terapeuta debe elegir las más adecuadas para la problemática a la que se enfrenta según la disponibilidad de medios materiales.Las amplitudes se pueden medir en valores angulares con goniómetros, en valores centimétricos o mediante la práctica de pruebas con puntuación.
La depresión es una enfermedad frecuente en rehabilitación, difícil de identificar en el confuso marco de las afecciones somáticas invalidantes y compleja en sus mecanismos etiológicos.Los factores de riesgo para el paciente y sus familiares cercanos son que se produzca un curso desfavorable de la rehabilitación -así como de la salud y de la calidad de vida- y el afrontamiento a largo plazo del sufrimiento moral.Reconocer la depresión, tratarla y seguir su evolución forman parte de las misiones principales de los profesionales que se ocupan de las personas minusválidas.Palabras Clave: Depresión, Rehabilitación, Suicidio, Emociones, Comorbilidad, Cogniciones, Minusvalía
El problema que supone la recuperación de la marcha en un parapléjico que presenta lesiones a nivel dorsal es importante, especialmente desde que la rehabilitación precoz y los progresos de los tratamientos médicos, quirúrgicos y las técnicas rehabilitadoras ofrecen a los pacientes, incluso a los que sufren parálisis completas de las extremidades inferiores, una calidad de vida aceptable y, en ocasiones, muy buena.Sin embargo, este objetivo resulta difícil de alcanzar.Por ello, en los últimos años se han multiplicado las proposiciones que tienden a facilitar esta recuperación: aunque los resultados no sean satisfactorios por el momento, es previsible que en un futuro cercano existan soluciones eficaces en este campo.Palabras Clave: Paraplejía, Marcha, Ortesis, Retroalimentación, Electroestimulación funcional (FES)
En el presente artículo se estudia una afección que se manifiesta por dolor en la región anterior de la rodilla, conocido con el nombre de síndrome femoropatelar.Se describen la anatomía funcional y la biomecánica de la rodilla (incluido el movimiento normal), así como los factores que pueden desestabilizarla y predisponerla a padecer lesiones.Del mismo modo, se exponen el controvertido ángulo «Q» y sus relaciones con el dolor femoropatelar.La importancia de una musculatura equilibrada para preservar la integridad de la rodilla y las eventuales consecuencias de la debilidad o una contractura muscular se destacan igualmente.Se resumen los elementos de la exploración de la rodilla: anamnesis, pruebas ortopédicas estándar, observación de la postura y de la marcha, y palpación.Los protocolos de tratamiento para la fase aguda, la fase de readaptación y la fase de consolidación también son descritos.Éstos incluyen técnicas de movilización suave, ejercicios en el domicilio y, eventualmente, el uso de una rodillera o de ortesis del pie.Palabras Clave: Síndrome femoropatelar, Anatomía funcional de la rodilla, Ángulo «Q», Equilibrio muscular, Protocolos de tratamiento de la rodilla
Los trastornos de la cadera acarrean dificultades en la marcha y cojera a causa del dolor, además de rigidez y déficit muscular en grados variables según la historia de la enfermedad.Para las displasias poco artrósicas se sugiere tratamiento quirúrgico paliativo; su rehabilitación implica en primer término una conducta de preservación hasta el momento de la consolidación, y luego rehabilitación, orientada sobre todo a la reactivación, el fortalecimiento muscular y el trabajo de la marcha.En las artrosis avanzadas y en las artropatías reumáticas destructivas se requiere artroplastia.La rehabilitación depende de los antecedentes de la enfermedad, del cuadro clínico preoperatorio, de la elección de las técnicas quirúrgicas y de las consignas del cirujano.Se elabora a partir de un examen clínico preciso y del análisis minucioso de las observaciones, y después se adapta conforme a la evolución y los objetivos establecidos con anterioridad.La rehabilitación es básicamente manual, individual y de evaluación periódica; se pone un énfasis particular en los signos que puedan evocar una complicación, de la que el fisioterapeuta suele ser el primero en tener conocimiento.La rehabilitación posquirúrgica de la cadera no siempre responde al mismo protocolo, sino a algunas reglas; en realidad, se adapta a cada paciente y cada cadera conforme a los antecedentes de la articulación, la técnica quirúrgica, la evolución ulterior y la rehabilitación analizada mediante exámenes sucesivos.En unos casos la rehabilitación se limita a su más simple expresión, y se basa en los consejos y el control postoperatorio: por ejemplo, artroplastia en primera intención por coxartrosis primaria.En otros, la rehabilitación ocupa un lugar primordial y debe iniciarse en un centro asistencial, antes de proseguir de modo ambulatorio durante varios meses, como en caso de desartrodesis o cirugía de reconstrucción compleja de la cadera.La calidad del análisis inicial es la base de la opción correcta y de la riqueza del procedimiento terapéutico.Palabras Clave: Cadera, Rehabilitación de la cadera, Cirugía de cadera, Prótesis total de cadera
Las lesiones de los músculos esqueléticos son muy frecuentes, sobre todo en el ámbito deportivo.Se pueden encontrar lesiones de cualquier grado de afectación, pero algunas reglas diagnósticas y terapéuticas importantes permiten aportar una solución a la inmensa mayoría de los casos.Tras recordar la estructura histológica del músculo y los factores de riesgo, este artículo distingue la problemática planteada por la actitud ante las lesiones musculares recientes, de la que corresponde a las lesiones crónicas, que son secuelas de las anteriores.Hay que distinguir los traumatismos extrínsecos, por choque con apoyo, de los traumatismos intrínsecos, los más habituales, donde la naturaleza o la intensidad de las tensiones mecánicas superan a la resistencia mecánica de la estructura muscular.En la mayoría de los casos, la lesión suele situarse en la unión mioaponeurótica.En el marco de las lesiones recientes, la exploración clínica y las técnicas de diagnóstico por imagen permiten identificar el tipo de la lesión (contractura, desgarro, ruptura), su grado de afectación, su localización, así como extraer conclusiones en lo que se refiere a la estrategia terapéutica y al período de incapacidad deportiva.La ecografía es un elemento fundamental de la conducta diagnóstica y la determinación del pronóstico.El diagnóstico de las lesiones crónicas se basa también en la exploración clínica y, sobre todo, en las técnicas de diagnóstico por imagen, que permiten identificar los diferentes tipos de lesiones: nódulos fibrosos, seudoquistes y calcificaciones.El empleo de la resonancia magnética es fundamental, no sólo a título diagnóstico, sino también para el cirujano, pues permite una visualización tridimensional de la lesión por tratar.El papel del tratamiento preventivo en la aparición de accidentes musculares es esencial.La detección de los factores de riesgo inherentes al atleta, la compensación de los desequilibrios musculares y metabólicos, el entrenamiento adaptado y la lucha contra la rigidez muscular han transformado radicalmente la incidencia de accidentes musculares y su tratamiento curativo.Una vez constituida la lesión muscular reciente, en general debe realizarse un tratamiento médico adaptado a cada tipo de lesión.La fisioterapia, la rehabilitación, el uso de dinamómetros isocinéticos y la reanudación adecuada del entrenamiento constituyen los elementos clave de la reanudación de la actividad deportiva sin que se produzcan recidivas.La gravedad de la lesión condiciona la duración de la incapacidad deportiva.En raras ocasiones está indicada la cirugía, que se reserva a las lesiones musculares graves y a los síndromes compresivos.En la fase de las secuelas, las lesiones crónicas suelen tratarse mediante cirugía.La intervención quirúrgica debe adaptarse a la naturaleza de la lesión, y va desde la simple escisión de pequeños nódulos fibrosos o calcificaciones, hasta la supresión funcional de un músculo, con neurólisis o sin ella.
Elaborados y planificados en mayor o menor medida, ambiciosos o no, y más o menos respetados en función de cualquier eventualidad, todo ser humano desarrolla proyectos de vida: formarse, casarse, comprar un piso, ir de vacaciones, encontrar trabajo, etc. Enfrentadas a sus discapacidades, las personas que padecen dificultades de inserción también sienten necesidades y deseos.Para ayudar a los más desfavorecidos, los estados económicamente avanzados han desarrollado sistemas de apoyo en el medio habitual o en otro más protegido.¿Cómo pueden los profesionales dominar este «servicio por proporcionar» y, respetando siempre las elecciones de las personas afectadas, ofrecer buenas prestaciones que asocien investigación de calidad y prácticas éticas?El siguiente artículo responde a esta cuestión esencial.
En lo que se refiere a los mamíferos, los fósiles humanos se hallan entre los más completos.Una especie ancestral fundamental, Australopithecus afarensis, muestra un esqueleto poscraneal bien conservado que permite reconstituir acontecimientos importantes de la evolución de nuestro esqueleto locomotor.Comparado con el de los grandes simios vivientes y el de los seres humanos, brinda una idea clara acerca del origen y la concepción del ser humano moderno.En este artículo se revisarán los aspectos evolutivos de la cadera y del muslo en el ser humano, así como la estructura corticotrabecular inusual de la parte proximal del fémur y el alargamiento considerable del miembro inferior.Se formula la hipótesis según la cual ese alargamiento podría estar vinculado más con la aptitud para el parto que con la locomoción.Palabras Clave: Ley de Wolff, Osteoporosis, Australopithecus, Hueso esponjoso, Homínido
Los fósiles humanos se encuentran entre los más completos de los fósiles de mamíferos.Una especie ancestral fundamental, Australopithecus afarensis, presenta un esqueleto poscraneal bien conservado que permite la reconstitución de los principales acontecimientos de la evolución de nuestro aparato locomotor.Al cotejarla con los grandes simios actuales y con los seres humanos modernos, esta especie proporciona numerosas informaciones sobre el origen y la estructura del esqueleto humano, así como sobre los sucesos que guiaron su evolución en los últimos tres millones de años.Se analizarán los aspectos evolutivos de la columna vertebral y de la pelvis humanas, así como su influencia desde el punto de vista clínico sobre varios caracteres de la marcha y la postura.Palabras Clave: Locomoción de primates, Escoliosis, Espondilólisis, Australopithecus, Homínidos
La prevención de las infecciones intrahospitalarias es una prioridad para los profesionales sanitarios.Los servicios de medicina física y de rehabilitación exponen a riesgos infecciosos específicos debido al tipo de pacientes y a las modalidades propias de la rehabilitación.Estos servicios deben emplear medidas de prevención que puedan ser aplicadas por todas las personas involucradas en los tratamientos.Las recomendaciones de los organismos competentes sobre la prevención de la difusión de las bacterias suelen ser drásticas y difíciles de adaptar a las exigencias de la rehabilitación.Para combatir algunas infecciones es necesario tomar medidas especiales, sobre todo en caso de bacterias contagiosas, y en raros casos habrá que indicar un aislamiento físico.La mayoría de las veces suele bastar con la aplicación de las prácticas generales de higiene, que todos los profesionales deben respetar.El uso de soluciones hidroalcohólicas facilita la higiene de las manos y ha demostrado ser útil en términos de eficacia y de tolerancia.Se comentarán los casos especiales de la balneoterapia, de la rehabilitación respiratoria, de la cocina terapéutica y de los cateterismos urinarios intermitentes.También se tratará el problema de las bacterias multirresistentes a los antibióticos.Si bien el índice de portadores de esas bacterias disminuye en las unidades de corta estancia, se encuentra en aumento en las unidades de rehabilitación, de cuidados de seguimiento y de readaptación.Cualquier paciente debe considerarse como un portador potencial de bacterias multirresistentes.Por tanto, las precauciones convencionales deben aplicarse a todos los pacientes.En rehabilitación, la mejor manera de prevenir las infecciones es aplicar las medidas de higiene generales.Palabras Clave: Infecciones intrahospitalarias, Rehabilitación, Higiene
La enfermedad motora cerebral (EMC) es una entidad heterogénea dentro del amplio campo de la parálisis cerebral, y en ella destaca la posible independencia entre el componente físico y el mental.Esta situación deriva de la topografía de las lesiones cerebrales precoces, que pueden diferir según la naturaleza de la causa.La prematuridad, el sufrimiento neonatal a término y los trastornos cerebrales en el período prenatal son situaciones con alto riesgo de secuelas motoras crónicas.Los síndromes clásicos son la enfermedad de Little (o diplejía espástica), los síndromes distónicos y atetósicos, y la hemiplejía congénita.En cambio, el cuadro clínico durante los primeros meses es monótono, ya que el niño con EMC es incapaz de adaptarse en general a los cambios de posición por estar demasiado rígido y demasiado flácido al mismo tiempo.Se recomienda realizar un diagnóstico precoz, que es posible, mediante la exploración de la organización motora global innata.Las alteraciones somáticas y cognitivas asociadas, por lo general muy heterogéneas, deben buscarse de forma gradual.En los niños, el tratamiento consiste en la rehabilitación motora y en la prevención de las complicaciones ortopédicas.En lo que se refiere a los padres, es necesario el apoyo psicológico y social, así como una ayuda efectiva en el cuidado de estos niños tan problemáticos.Palabras Clave: Enfermedad motora cerebral frente a parálisis cerebral, Capacidades mentales, Hemiplejía, Diplejía de Little, Atetosis, Motricidad innata
En este artículo se describen las características clínicas, la epidemiología, el diagnóstico diferencial y el tratamiento del síndrome de impaciencia muscular en vigilia (SIMV) y del síndrome de movimientos periódicos de las piernas durante el sueño (SMPPS), dos entidades distintas pero que a menudo se presentan asociadas.Ambos síndromes figuran entre las causas más frecuentes de los trastornos del sueño.Se estima que la prevalencia del SIMV en la población general adulta es de un 5-15%.Se caracteriza por sensaciones desagradables, localizadas casi siempre en las piernas y a veces en los brazos, que ocurren con preferencia al final del día y en reposo.Las parestesias o disestesias se acompañan de una necesidad irresistible de moverse y de un alivio parcial o temporal con la actividad.Los MPPS se manifiestan por movimientos repetidos y muy estereotipados de los miembros durante el sueño.Por lo general, consisten en extensión del dedo gordo y flexión del pie, a veces con flexión de la rodilla y la cadera.Los MPPS se asocian con frecuencia a signos electroencefalográficos (EEG) de vigilia y pueden provocar fragmentación del sueño.En el transcurso del diagnóstico del SIMV y de los MPPS, es importante establecer si se trata de una forma primaria o secundaria.Se han descrito cuatro situaciones típicas de las formas secundarias: las carencias de hierro, la insuficiencia renal, el embarazo o una polineuropatía.Los agentes dopaminérgicos representan el tratamiento más eficaz del SIMV y de los MPPS.Palabras Clave: Síndrome de impaciencia muscular en vigilia, Movimientos periódicos de las piernas, Sueño, Agonistas dopaminérgicos
La fibromialgia se caracteriza por la presencia de dolores difusos y crónicos de predominio axial, que afectan sobre todo a mujeres de mediana edad.Estos dolores pueden combinarse de distintas maneras con fatiga, trastornos del sueño, ansiedad, depresión, trastornos cognitivos, colopatía funcional y trastornos vasomotores.El diagnóstico se apoya en la asociación de dos elementos: algias difusas de más de 3 meses de duración y dolor durante la palpación en al menos 11 de los 18 puntos identificados por Yunus.No se conoce bien la etiología de la fibromialgia, pero la hipótesis más aceptada en la actualidad se basa en un posible trastorno de la modulación central del dolor.El tratamiento, siempre difícil, se realiza asociando fármacos (más en concreto, antidepresivos tricíclicos y no tricíclicos) con técnicas de rehabilitación y de relajación.Otras medidas imprescindibles son la información al paciente y sus allegados, la vinculación con las asociaciones de enfermos y la adaptación del lugar de trabajo.Palabras Clave: Fibromialgia, Dolor, Sueño, Antidepresivos, Relajación, Reeducación
El agua es un elemento privilegiado en rehabilitación gracias a sus propiedades.El terapeuta debe conocer el conjunto de los parámetros que rigen la hidroterapia, ya sea respecto a la física de los fluidos, al acondicionamiento de las piscinas y a los efectos fisiológicos de la inmersión o a las técnicas aplicadas.Se debe prestar una gran atención al diseño y al acondicionamiento de los locales y las piscinas, según una política de prevención, de gestión de los riesgos de accidentes y de control físico, bacteriano y químico del agua.La rehabilitación en el agua se aplica a numerosas afecciones reumatológicas, pediátricas, ortopédicas, cardiológicas, etc. Es también un medio privilegiado de prevención y mantenimiento del estado físico.
La rehabilitación de la sensibilidad es un aspecto fundamental de la recuperación funcional de la mano.En primer lugar, se hará un resumen de la anatomía y la fisiología del sistema nervioso sensitivo protopático, epicrítico, propioceptivo y vegetativo que regula la sensibilidad de la mano.Después se tratarán las distintas lesiones de origen traumático que pueden afectar a los nervios de la mano.Por último, con la finalidad de circunscribir la problemática de cada una de estas lesiones, se describirán en detalle las técnicas de rehabilitación.Palabras Clave: Mano, Sensibilidad de la mano, Rehabilitación de la mano
Los tratamientos mediante contención/compresión (C/C) de los miembros son la piedra angular del tratamiento y de la prevención de la insuficiencia venosa crónica (IVC), de los linfedemas, así como de la enfermedad tromboembólica.Los métodos propuestos (vendajes o medias médicas) son bastante adecuados, en teoría, para la corrección de los trastornos hemodinámicos provocados por las enfermedades venosas y linfáticas, debido a sus modos de acción demostrados o supuestos.No obstante, es necesario conocer a la perfección su potencial terapéutico, además de evaluar de forma precisa las necesidades del paciente para establecer una prescripción precisa y adaptada.Esto es necesario pero no suficiente, puesto que intervienen numerosos factores aleatorios entre el deseo teórico de aplicación y su realidad.Entre ellos destaca, sobre todo en lo referente a las vendas, la técnica de aplicación por el propio paciente o por un profesional sanitario sin formación específica para ello.En este artículo se analizarán los distintos elementos teóricos, prácticos y psicológicos para permitir al lector acercarse a los problemas y las soluciones referentes a una técnica milenaria admitida en todo el mundo, pero cuyas modalidades de acción aún dependen en gran medida (quizá demasiado) de lo que suele denominarse arte médico.Palabras Clave: Compresión, Contención, Insuficiencia venosa, Enfermedad postrombótica, Úlceras de miembros inferiores
El seguimiento del paciente enyesado está determinado por la anamnesis y la exploración clínica.Es obligatoria la búsqueda de complicaciones, cuyas consecuencias pueden ser graves.La demora entre la colocación del yeso y la consulta permite orientar esa búsqueda.La prevención de las complicaciones se basa en parte en la información que se ofrece al paciente y en la calidad de la colocación del yeso, cuya técnica no se detallará en este artículo.El conocimiento preciso de sus signos clínicos y la escucha del paciente permiten un diagnóstico precoz que reduce el riesgo de secuelas.
La rehabilitación es un programa multidisciplinario, adaptado a cada paciente, que se utiliza para el tratamiento global de las insuficiencias respiratorias crónicas.Uno de sus componentes fundamentales es el reentrenamiento al esfuerzo.Éste se centra en el descondicionamiento, verdadera enfermedad general secundaria al modo de vida sedentario originado por la disnea crónica.Se ha comprobado la eficacia de la rehabilitación respiratoria, gracias a la cual mejora la aptitud física, disminuye la disnea, mejora la calidad de vida y se reducen los costes de salud de los pacientes que sufren enfermedad pulmonar obstructiva crónica.Palabras Clave: Rehabilitación respiratoria, Reentrenamiento al esfuerzo, EPOC, Disfunción muscular periférica, Descondicionamiento, Insuficiencia respiratoria
La toxina botulínica, que surgió en principio con fines bélicos, se ha convertido en un arma terapéutica destacada en neurología y sus indicaciones se han desarrollado de forma considerable en los últimos 25 años.El mérito del descubrimiento de este uso terapéutico se debe a Alan Scott, un oftalmólogo que, en 1977, inició el camino al tratar el estrabismo infantil con inyecciones de toxina botulínica en los músculos oculomotores.Desde entonces, las indicaciones de la sustancia se han ampliado de forma notable, con utilización en numerosas especialidades médicas.En el ámbito de las indicaciones aprobadas, la neurología es la que cuenta con un mayor número de ellas.La toxina botulínica tiene un efecto sintomático.Al bloquear la transmisión neuromuscular, provoca una parálisis más o menos intensa.Por tanto, puede emplearse cuando se debe contrarrestar una contracción anómala de cualquier causa.La toxina es el tratamiento de primera elección de la distonía focal del adulto y es esencial en el tratamiento médico del espasmo hemifacial y de la espasticidad, pero sus efectos superan ampliamente el ámbito de las indicaciones aprobadas.Palabras Clave: Toxina botulínica, Distonía, Blefarospasmo, Espasmo hemifacial, Tortícolis espasmódico
Al igual que las discapacidades motrices y/o sensoriales consecutivas a una lesión cerebral, los déficit cognitivos constituyen un verdadero obstáculo para la recuperación funcional y limitan de forma considerable las posibilidades de reinserción social y profesional.La evaluación neuropsicológica no sólo permite valorar estos trastornos, su gravedad y la naturaleza de los subsistemas de tratamiento de la información defectuosa, sino que además pone de relieve las capacidades aún presentes, con la finalidad de guiar el tratamiento y optimizar la revalidación de las funciones deficitarias.Este artículo sobre la evaluación de las funciones superiores permite considerar algunos aspectos fundamentales en neuropsicología.El propósito no es presentar una valoración neuropsicológica exhaustiva, pues cada evaluación es específica, sino proporcionar los elementos fundamentales y los principios generales de evaluación para cada sistema de función cognitiva (lenguaje, memoria, funciones ejecutivas, etc.).En este artículo se hace hincapié en una conducta específica que, a semejanza de la investigación científica, supedita el examen al conocimiento teórico.A fin de comprender mejor la lógica de la evaluación de cada una de las facultades cognitivas que aquí se presentan, se señalan algunos aspectos teóricos y uno o varios modelos cognitivos de referencia.El objetivo no es establecer un catálogo de todas las pruebas neuropsicológicas, sino mencionar tan solo las principales herramientas de evaluación sin entrar en detalles metodológicos, aunque se insiste en los aspectos específicos y en los límites de cada prueba.Palabras Clave: Evaluación neuropsicológica, Cognición, Funciones mentales superiores, Pruebas neuropsicológicas
El codo, una articulación bisagra del miembro superior, se encuentra especialmente expuesto a las lesiones traumáticas, degenerativas e inflamatorias, pero también a las afecciones nerviosas.El denominador común de todas estas causas etiológicas es el riesgo de aparición de rigidez, cuya prevención debe convertirse en una obsesión para los terapeutas.El principal objetivo de la rehabilitación del codo es, por tanto, la «prevención de la rigidez».En la rehabilitación se debe prohibir la práctica de movilizaciones intempestivas y agresivas, pues éstas son un motivo de fracaso terapéutico.Por el contrario, la rehabilitación debe ser global e integrar, en sus esquemas motores, los componentes de flexión-extensión y de pronosupinación.La rehabilitación analítica, en cambio, sólo persigue una ganancia de la velocidad de ejecución y de la fuerza cuando la movilidad, la estabilidad y la ausencia de dolor ya se han conseguido.Esto obliga al cirujano a hacer reparaciones estables, a raíz de lo cual las indicaciones de la prótesis total del codo tienden a ampliarse con resultados prometedores.La comprobación de una rigidez del codo es en sí misma un fracaso de la rehabilitación.El tratamiento más adecuado suele ser quirúrgico, y en todos los casos debe ir seguido por una rehabilitación no agresiva y tenaz, que es la única garantía de la preservación de las ganancias de amplitud y de la recuperación funcional.Palabras Clave: Biomecánica del codo, Rehabilitación, Técnicas de analgesia, Ergoterapia, Artroplastia, Trastornos degenerativos, Trastornos neurológicos, Tendinopatía
En la diabetes de tipo 2, la actividad física actúa de forma directa sobre el principal factor causal, que es la insulinorresistencia.Este efecto es más intenso en los estadios iniciales de la enfermedad, siempre que la insuficiencia en la secreción de insulina no sea excesiva.Una medida tan sencilla como 30 minutos diarios de marcha rápida permite obtener una auténtica prevención secundaria en las personas intolerantes a la glucosa, y en los pacientes con una diabetes confirmada se ha demostrado una mejoría metabólica.No obstante, algunos riesgos no están excluidos en caso de complicaciones, sobre todo de tipo podológico y cardíaco, por lo que es necesario realizar una evaluación previa.En la diabetes de tipo 1, la actividad física carece de efecto terapéutico directo, pero tiene un papel significativo en la calidad de vida de los pacientes.Los riesgos de desequilibrio, sobre todo de hipoglucemia, pueden prevenirse en la mayoría de las ocasiones mediante una adaptación de la dieta y de los esquemas de insulinoterapia.Los análogos recientes (rápidos y lentos), así como las bombas subcutáneas facilitan estas adaptaciones.En los dos tipos de diabetes, la educación ocupa un lugar esencial: en el tipo 2, hay que ayudar y acompañar a los pacientes, que suelen ser reticentes, mientras que en el tipo 1 suelen ser demandantes y se debe facilitar su autonomía, para lograr una seguridad mayor y una libertad más amplia.En los dos tipos de diabetes, la actividad física tiene además efectos favorables adicionales, al actuar sobre los demás factores de riesgo cardiovascular: el peso, la hipertensión arterial, los parámetros lipídicos y los factores de la coagulación.Palabras Clave: Actividad física, Diabetes de tipo 1, Diabetes de tipo 2, Insulinoterapia, Factores de riesgo cardiovascular
En los últimos años, la masokinesiterapia ha experimentado una expansión del ámbito de su competencia, en la que ha participado la ergonomía.Tras redefinir las distintas formas de actividad del campo ergonómico y las cualidades necesarias para llegar a ello, se describirán los medios de los que dispone el profesional durante su intervención en la práctica real.A partir de las enseñanzas recibidas en los institutos de formación en masokinesiterapia, se describirá la evaluación de los conocimientos que deben adquirirse para completar esta formación inicial.La ergonomía es una disciplina en la que confluyen varias técnicas y conocimientos diversos.Aunque es posible proporcionar los medios al masajista-kinesiterapeuta para estudiar las actividades de consultor en ergonomía, el limitarse a unos conocimientos demasiado biomecánicos o demasiado fisiológicos conlleva el riesgo de privarle de una parte significativa de referencias útiles para la comprensión.No obstante, la evolución de las enfermedades profesionales, y en especial la futura explosión de los trastornos musculoesqueléticos, permite plantear una intervención cada vez más frecuente de esta disciplina en el mundo de la empresa.También se describe la entrada en este ámbito empresarial.Este contexto suele ser desconocido para el profesional sanitario.Por tanto, parece útil proporcionar y precisar las claves que permiten desentrañar el modo de funcionamiento del mundo industrial y de servicios en el que se mueve a diario el ergónomo.El concepto del lugar que ocupa la ergonomía en el ámbito hospitalario también se trata en este artículo.Las reformas y modificaciones provocadas por la evolución de la asistencia sanitaria hacen que el ergónomo vea cómo se amplía el campo de aplicación de sus técnicas profesionales.El masajista-kinesiterapeuta, que es un profesional sanitario por definición, se convierte, gracias a su papel complementario del ergónomo, en un elemento activo en el mundo de la calidad.Palabras Clave: Ergonomía, Calidad, Salud, Prevención, Cargas externas, Cargas internas, Trabajo, Posturas, Carga mental
La evaluación de la tolerancia al esfuerzo es un componente fundamental en el tratamiento de los pacientes que presentan enfermedades respiratorias.Además de la prueba de esfuerzo cardiopulmonar máximo, las pruebas de marcha y, sobre todo, la prueba de marcha de seis minutos, se utilizan con frecuencia para medir la capacidad funcional de estos pacientes, precisar el pronóstico de su enfermedad, orientar una posible intervención terapéutica y cuantificar la eficacia de la misma.La prueba de marcha de seis minutos tiene la ventaja de ser sencilla, segura y de requerir poco equipamiento, además de tolerarse bien y de ser representativa de las actividades diarias de los pacientes.En este artículo se revisa este tipo de prueba de esfuerzo: sus indicaciones, sus aspectos prácticos, su interpretación y su utilidad clínica en diversas enfermedades pulmonares.Palabras Clave: Prueba de marcha, Enfermedades cardiorrespiratorias, Capacidad funcional, Consumo de oxígeno
Incluso en el caso del dolor oncológico, el dolor crónico no es tan sólo la persistencia de un dolor agudo.Con el tiempo, los mecanismos fisiopatológicos (sensibilización, neuroplasticidad, etc.), así como la imbricación de los componentes psicológicos y sociales, el dolor que se cronifica se convierte en una entidad específica.Las dificultades de la valoración del paciente con dolor crónico, la eficacia limitada de los tratamientos farmacológicos, así como la repercusión psicológica, funcional y socioprofesional obligan a aplicar un tratamiento pluridimensional y multidisciplinario.Palabras Clave: Dolor crónico, Evaluación del dolor, Dolor neuropático, Pluridisciplinariedad, Terapia conductual
El dolor fisiológico o nocicepción es una experiencia multidimensional o compuesta, en la que intervienen diferentes sistemas (perceptivos, emocionales, de la atención, motores, anticipatorios, etc.).La participación de estos distintos componentes permite a continuación que se elabore una respuesta integradora.En este artículo se describirá una primera parte anatómica, en la que se detallarán las vías de la nocicepción, tras lo que se expondrá una segunda parte anatomofuncional, en la que se mostrarán los conocimientos sobre el modo de funcionamiento en el ser humano de las estructuras implicadas ante una estimulación dolorosa.En esta segunda parte se describirán en especial las principales modulaciones del dolor conocidas en la actualidad, incluidos los dispositivos terapéuticos que permiten tratar a los pacientes en la práctica médica.Una parte destacada de los datos presentados en el último apartado se basa en los estudios que utilizan la tomografía por emisión de positrones (PET), la resonancia magnética funcional (RMF) o la magnetoencefalografía (MEG).Palabras Clave: Dolor fisiológico, Nocicepción, Tracto espinotalámico, Estructura supraespinal, Núcleo talámico, Prueba térmica
Debido a sus efectos electrolíticos, las corrientes unidireccionales pueden causar quemaduras químicas si se aplican mal.Se usan sobre todo para el tratamiento de la hiperhidrosis.Las corrientes bidireccionales (más eficaces, confortables y seguras) se emplean para la electroestimulación analgésica y excitomotriz.El estudio de sus parámetros permite comprender sus propiedades biológicas y definir las modalidades óptimas de estimulación.La electroestimulación excitomotriz del músculo inervado se basa en corrientes de baja y muy baja frecuencia.Las corrientes de muy baja frecuencia, excitomotrices por sacudidas elementales, se indican para facilitar la circulación local, la recuperación muscular y la relajación.Las corrientes de baja frecuencia son tetanizantes, y se indican para el fortalecimiento muscular y la reeducación funcional asistida.Para verificar si el músculo está inervado o desnervado, se usa el electrodiagnóstico de estimulación y, en especial, el estudio de las cronaxias.La electroestimulación excitomotriz del músculo desnervado consiste en impulsos aislados unidireccionales o alternados, de larga duración y ajustados al incremento de la cronaxia, con el fin de producir sacudidas elementales.La electroestimulación analgésica, basada en la teoría de la puerta de entrada del dolor (gate control), se recomienda para el tratamiento de los dolores localizados.Se usan corrientes de baja frecuencia (50-100 Hz) y de baja intensidad con impulsos de muy corta duración (≤100 μseg).Los electrodos se aplican sobre la zona dolorosa.La electroestimulación analgésica, basada en el principio de la liberación de endorfinas, se prescribe para el tratamiento de dolores difusos.Se aplican corrientes de muy baja frecuencia (<10 Hz) y de intensidad elevada con impulsos de 200 μseg y 2 meg de duración.La superficie de los electrodos debe ser obligatoriamente superior a 100 cm 2.Palabras Clave: Electroterapia, Electrodiagnóstico, Electroestimulación excitomotriz, Electroestimulación funcional, Electroestimulación analgésica (TENS), Iontoforesis, Fisioterapia
La exploración física de una articulación exige una práctica avezada en la aplicación de principios básicos: distinción entre los criterios cualitativos y cuantitativos, empleo del procedimiento de examen más adecuado para la búsqueda de la información que se desea, elección de la técnica de movilización pasiva más apta para hacer mediciones y de los elementos que pueden ser causa de discusión en vista de la afección en estudio, y elaboración de un protocolo de exploración y aplicación del modo de difusión más simple y apto para el caso presentado.La noción de valoración no se limita a las mediciones, y el concepto de normalidad debe considerarse según los antecedentes del paciente: es «normal» que una deformación de la rodilla en flexión se manifieste por una cojera.Además, el estudio de una zona articular determinada debe hacer considerar la calidad de las relaciones óseas (disposición axial de un segmento respecto a otro, curvatura raquídea), tanto como el estado de los tejidos blandos adyacentes (fondo de saco sinovial, tumefacción ligamentosa, etc.).Todo se resume a retomar los mismos elementos, pero con una adaptación ajustada a la articulación estudiada.Palabras Clave: Articulación, Valoración articular, Examen articular, Relaciones óseas, Movilización pasiva
La morfología es el estudio de la forma externa del cuerpo humano.El masokinesiterapeuta especializado en rehabilitación funcional debe tener conocimientos muy profundos de esta disciplina para poder hacer, sobre todo, un diagnóstico preciso desde el punto de vista de la kinesiterapia.El terapeuta ha de tomarse el tiempo necesario para observar primero y palpar después, ya que la palpación aporta información a la obtenida mediante la inspección.Pero el estudio de la morfología no sólo es útil a los profesionales de la salud; los pintores y escultores también utilizan las referencias morfológicas cuando quieren reproducir el cuerpo humano, tanto en reposo como en movimiento.Por tanto, el enfoque morfológico es sobre todo visual.Cualquiera que sea el enfoque morfológico que se utilice (inspección visual o palpación), el conocimiento de la anatomía y la morfología sigue siendo un requisito previo ineludible en estas disciplinas.Ninguno de los medios de investigación actuales que se utilizan en medicina, pese a ser muy sofisticados, sustituye a la vista y a las manos del ser humano.La observación y la palpación siguen y seguirán siendo siempre esenciales en toda exploración física.Palabras Clave: Morfología, Palpación, Anatomía palpatoria, Anatomía de superficie, Masokinesiterapia
El campo de la reeducación geriátrica se determina, más que por la edad, por la «fragilidad», la cual explica la descompensación de los sistemas implicados en los automatismos posturales y la aparición del síndrome de inadaptación psicomotora.Dicho síndrome geriátrico se caracteriza por un trastorno postural que tiene un impacto nefasto en particular en las capacidades funcionales: la retropulsión.En general, la valoración de las funciones motoras constituye una etapa importante de la reeducación geriátrica y se relaciona sobre todo con la función de equilibrio.La reeducación requiere un enfoque coherente y eficaz apoyado en las prácticas interprofesionales.Por otra parte, para obtener una verdadera mejoría en términos de calidad de vida, hay que tener en cuenta en la reeducación de las personas de edad frágiles sus características en el plano relacional así como las que conciernen a su relación con el entorno.Una parte importante de la reeducación concierne al equilibrio y el levantarse del suelo, para reducir el miedo a caerse y favorecer globalmente el movimiento y el desplazamiento.Los síndromes demenciales también constituyen un campo fundamental de la reeducación geriátrica, en el cual son necesarias investigaciones complementarias.La reeducación de las personas mayores vulnerables también tiene que referirse a una reflexión ética que evite las desviaciones tanto en el sentido de la hiperestimulación como, al contrario, del fatalismo.Palabras Clave: Reeducación geriátrica, Fragilidad, Equilibrio, Síndromes demenciales, Trabajo en equipo
Los trastornos de la circulación de retorno están relacionados con una deficiencia del sistema venoso y/o linfático, que inicialmente lleva a la formación de edemas de diversos tipos.Sus características clínicas son los elementos esenciales del análisis que debe hacer el kinesiterapeuta antes de emprender el tratamiento.El reconocimiento de las distintas formas clínicas permite establecer un protocolo de tratamiento para cada paciente.Los principios de la rehabilitación se apoyan en las técnicas de drenaje manual, presoterapia y vendajes.Las modalidades de aplicación se adaptan a cada caso y se vuelven a evaluar después de la desaparición del edema.La descongestión se mantiene con medias de contención o un manguito.Las úlceras varicosas son una complicación de la insuficiencia venosa crónica.La rehabilitación también posibilita el cierre de las mismas.Otra competencia del kinesiterapeuta es la prevención de la aparición o el agravamiento de los trastornos circulatorios.Palabras Clave: Vena, Sistema linfático, Edema, Drenaje manual, Presoterapia, Vendaje
La rehabilitación de los miembros inferiores es beneficiosa aunque preceda, acompañe o siga a un tratamiento médico o a una intervención.Sus objetivos primordiales son atenuar el impacto de los diferentes factores de riesgo y vencer el temor de la arteriopatía.Su contenido depende de la distinción entre isquemia de esfuerzo y de reposo.Sencilla, rápida y fácil, esta distinción se realiza a partir de la observación de la decoloración de los tejidos periféricos.Durante la isquemia de esfuerzo, el objetivo principal de la rehabilitación es la recuperación (realista) de la marcha o las actividades básicas de la vida diaria.Durante la isquemia de reposo con o sin úlcera, el protocolo está basado en la lucha contra el edema y la recuperación de la movilidad articular.Los límites de la rehabilitación se establecen esencialmente en la extensión de la enfermedad a otras zonas.Su principal criterio de eficacia es la mejoría del perímetro de la marcha, que se determina periódicamente con o sin cinta de correr, con o sin medidas de las presiones sistólicas en el tobillo, con o sin registro de los datos velocimétricos de las arterias tibiales.Palabras Clave: Arteriopatía de los miembros inferiores, Aterosclerosis, Claudicación arterial, Isquemia, Prueba de la coloración de la planta del pie
La silla de ruedas, ayuda técnica en pleno desarrollo, presenta aspectos muy diferentes que conviene distinguir bien (silla manual, deportiva, eléctrica, verticalizador, etc.).Por este motivo, y tras un resumen histórico y un esquema de una silla de ruedas genérica, se presentan aquí las grandes categorías de sillas de ruedas y cojines, así como los recientes sistemas de posicionamiento destinados a los pacientes con alteraciones posturales.Se aborda a continuación la propulsión de la silla manual, seguida de las enfermedades relacionadas con la propulsión y los peligros inherentes a la silla, tanto la manual como la eléctrica.Estos peligros podrían limitarse con un mínimo aprendizaje al que se dedican algunas líneas.Para terminar este artículo se aborda el tema de la financiación de la silla y de los consejos y condiciones óptimas para elegirla.Algunos cuadros tratan la prescripción y los cargos u ofrecen informaciones complementarias sobre la accesibilidad, los distintos tipos de ruedas, así como varios consejos.Palabras Clave: Silla de ruedas, Persona minusválida
Las movilizaciones específicas son técnicas masokinesiterapéuticas destinadas a recuperar la movilidad articular perdida por causas traumáticas o reumáticas.Las articulaciones sinoviales presentan movimientos de desplazamiento y de rotación que le confieren su movilidad analítica.La pérdida de estos movimientos específicos restringe la movilidad analítica de las articulaciones interesadas.La valoración articular permite al terapeuta detectar los movimientos limitados; la destreza de su práctica devolverá a la articulación la movilidad perdida.Estas técnicas forman parte del arsenal de la kinesiterapia.La mayoría de las veces se aplican al principio del tratamiento, junto con las técnicas miofasciales.Su modo de acción las convierte en técnicas de elección para los problemas articulares y conjuntivos.Aunque forman parte de la enseñanza universitaria, en este ámbito su aprendizaje es incompleto, pues se pone énfasis en las articulaciones periféricas, por lo que debe completarse entonces con una formación postuniversitaria dirigida a la columna vertebral.Palabras Clave: Técnica de rehabilitación, Ganancia de amplitud, Columna vertebral, Articulaciones periféricas, Diagnóstico, Indicación terapéutica
Después de definir los términos «independencia» y «autonomía», relacionados con la calidad de vida, y de analizarlos desde el punto de vista de la situación de minusvalía, este artículo se refiere a sus evaluaciones.La independencia, definida como la capacidad de realizar por su cuenta las actividades de la vida diaria, puede evaluarse con ayuda de numerosas herramientas.La interdependencia, condición ineludible de la relación entre la persona y su ambiente (en sentido amplio), se evalúa midiendo sus repercusiones sobre la producción de la persona.Los resultados obtenidos siempre deben asociarse a un análisis personal de la relación.Por último, la autonomía, referida a la dependencia respecto a la sociedad, es un proceso interactivo de adaptación que se fundamenta en la capacidad de escoger y conducir su vida de manera plenamente consciente.No puede medirse, ya que se trata de una entidad subjetiva y personal.Sólo es posible intentar una aproximación mediante la construcción de modelos.Las relaciones entre autonomía y proyecto de vida demuestran la interacción entre independencia, interdependencia y autonomía, y resaltan las dificultades en la evaluación de la calidad de vida.Palabras Clave: Independencia, Dependencia, Autonomía, Proyecto de vida, Calidad de vida, Evaluación
Heredera de la medicina griega y romana, la kinesiterapia, incluido el masaje, tiene sus orígenes en un conjunto de conocimientos que pertenecen a los saberes populares, la fisiología de los seres vivos y las prácticas deportivas.Sus componentes fundamentales son el masaje, la gimnasia médica, la balneoterapia y la electroterapia; cada uno fue sometido a la experimentación médica con el propósito de aportar pruebas tangibles de eficacia en un corpus que, de forma oficial, se convertiría en la kinesiterapia, la cual constituye un conjunto de prácticas orientadas hacia la reestructuración de las capacidades fisiológicas deficitarias de las personas.Fueron los médicos quienes permitieron su difusión; al prescribirlas, ayudaron a que la gente las conociera y aceptara.Durante la primera guerra mundial alcanzaron un gran éxito.Los masajistas médicos, que trabajaban en silencio en espera de una oficialización de su práctica (algo que no ocurrió hasta la segunda guerra mundial), fueron cobrando notoriedad y llegaron a confrontar a especialistas en gimnasia médica y profesores de educación física; defendieron su práctica manual de índole médica y aplicación espontánea del movimiento ante quienes preconizaban el desarrollo del individuo sin tener en cuenta su estado de salud.En el lapso de unos treinta años, pasó de ser una práctica combatida a una práctica aceptada.En 1946 fue «devuelta» oficialmente a los masajistas y sometida a control médico.El mismo año, los masajistas médicos se fusionaron con los especialistas en gimnasia médica, que eran la minoría, con la intención de conservar cada uno su propia especificidad.El nuevo profesional se denominará masajista-kinesiterapeuta, heredero de las prerrogativas de los masajistas.La kinesiterapia, ya instalada en el campo médico, evolucionará junto con la medicina, y hasta hoy se mantiene unida a ésta de forma indefectible.Palabras Clave: Masaje, Gimnasia médica, Historia de la kinesiterapia
La articulación escapulohumeral necesita una gran movilidad para que sea posible la orientación de la mano en el espacio durante las actividades diarias o deportivas.Esta gran movilidad necesita poca congruencia articular.La estabilidad está asegurada principalmente por los sistemas capsuloligamentoso y tendinomuscular, es decir, es esencialmente dinámica, con ajustes permanentes en el transcurso de los movimientos y, sobre todo, en las situaciones de riesgo.Los ajustes dependen de las contracciones musculares, que se adaptan y varían según la posición del brazo en el espacio y las fuerzas que reciben; esta regulación es posible gracias a un conjunto de fenómenos de retroalimentación y proalimentación, cuyo punto de partida son las aferencias propioceptivas procedentes de los mecanorreceptores.El rehabilitador que asiste a un paciente afectado por una inestabilidad escapulohumeral debe basar su programa de rehabilitación en los últimos adelantos en materia de conocimientos sobre la integración de las aferencias propioceptivas.La rehabilitación se organiza en distintas fases, con criterios de paso al nivel superior, con el objetivo de graduar bien la progresión y evitar cualquier riesgo de recidiva.La finalidad de la primera fase es normalizar la cinemática para recuperar las amplitudes normales sin dolor residual.En la segunda fase se intenta mejorar la fuerza, la resistencia y el control neuromuscular del hombro.Aunque se tenga la certeza de que el hombro ha recuperado una función acorde a las actividades de la vida diaria, en la fase 3 se busca la recuperación total de los parámetros precedentes para permitir al paciente afrontar las situaciones de riesgo.Por último, una fase de reanudación de las actividades permite al paciente retomar la práctica deportiva en su nivel de rendimiento anterior, sin aprensión y con absoluta seguridad.La rehabilitación de los hombros inestables es, en realidad, una rehabilitación de la estabilidad del hombro; por esta razón, el programa puede adaptarse a todas las inestabilidades, incluso a la rehabilitación postoperatoria.Palabras Clave: Rehabilitación, Hombro, Inestabilidad, Luxación, Propiocepción
La práctica del masaje requiere respetar reglas de aplicación bien definidas con el fin de proporcionar a esta técnica todos los criterios de eficiencia y de eficacia que el paciente tiene el derecho de exigir.La sesión de masaje debe efectuarse bajo unas condiciones óptimas de comodidad e higiene.Es importante también vigilar la buena postura del masajista y del paciente, con el fin de permitir a la mano que da el masaje tener el acceso (tomas de contacto, presión, nivel de acción) y las posibilidades de desplazamiento (dirección, velocidad, ritmo, duración) adaptadas lo mejor posible a las técnicas aplicadas y al efecto buscado.La posición inicial de la mano respecto al segmento corporal que se va a tratar y su sentido de desplazamiento servirán de base a la clasificación funcional de las maniobras y permitirá a los técnicos en masaje establecer una base de referencia para la práctica del masaje, la cual requiere también una exploración rigurosa de los diferentes planos tisulares implicados: piel, músculos, tendones, ligamentos, vísceras.El masaje puede requerir el aporte o el uso de adyuvantes destinados bien a facilitar la realización del masaje (desplazamiento de la mano sobre la piel), bien a reforzar la acción potencial de la mano.Por último, la sesión de masaje debe efectuarse en el marco legislativo actualmente en vigor, que tiene, en teoría, la doble tarea de vigilar, por una parte, la calidad de la formación del masajista y, por otra parte, proteger al paciente mediante la preparación de profesionales competentes.Palabras Clave: Masaje, Masoterapia, Adyuvantes del masaje, Legislación del masaje
El concepto FNP, desarrollado por el doctor Kabat y los fisioterapeutas Knott y Voss a partir de 1947, evoluciona de forma constante y se enriquece con las nuevas investigaciones en los ámbitos de la neurofisiología, el aprendizaje motor y el análisis del movimiento (práctica basada en la evidencia).Sus múltiples principios de facilitación y de tratamiento, así como sus técnicas específicas, permiten hacer las evaluaciones específicas de los pacientes y de los tratamientos fisioterapéuticos en fase aguda y de rehabilitación en diversos ámbitos médicos: medicina del deporte, reumatología, traumatología, ortopedia, pediatría, neurología y geriatría.Palabras Clave: Facilitación propioceptiva y exteroceptiva, Aprendizaje y comportamiento motor, Principios de facilitación, Estiramiento, Coordinación
El dolor es una experiencia perceptiva multidimensional que provocará una respuesta en la persona que lo siente.Esta respuesta consta de las expresiones verbales del paciente sobre su dolor, sus reacciones conductuales y los indicadores fisiológicos del estrés que constituye la experiencia del dolor.El dolor, considerado como variable latente, sólo puede valorarse a través de estas diferentes clases de respuestas.Siempre que sea posible, es preferible la autoevaluación por el paciente, ya que presenta mayor validez.Cuando la autoevaluación no es posible, se lleva a cabo una heteroevaluación a través de la observación del comportamiento o la medida de los indicadores fisiológicos del dolor.Tras haber definido el dolor y analizado el proceso de evaluación, este artículo presenta varias herramientas para evaluar diferentes dimensiones de la experiencia del dolor, sus propiedades metrológicas y su marco de aplicación.Las herramientas seleccionadas exploran el campo de la autoevaluación y de la heteroevaluación y se centra en los diferentes componentes de la experiencia del dolor: los aspectos sensoriodiscriminativos, afectivos-motivacionales, cognitivos-evaluadores, así como las repercusiones funcionales y emocionales sobre la calidad de vida.Como conclusión, se detalla una serie de obstáculos y consejos para ayudar al médico en su proceso de evaluación.Palabras Clave: Medida del dolor, Evaluación del dolor, Observación conductual, Modelo multidimensional, Autoevaluación verbal
El envejecimiento es un fenómeno fisiológico; la comprensión de sus mecanismos se ha convertido en un tema de actualidad con el aumento de la duración de la vida de la población.El concepto de envejecimiento llamado «normal» ha sido reemplazado por el de envejecimiento sin enfermedad o envejecimiento óptimo.La investigación médica actual se basa en la comprensión de los elementos que permiten envejecer con un mínimo de discapacidades.Las teorías del envejecimiento son múltiples y el mecanismo es multifactorial.Frente a los mecanismos intrínsecos del envejecimiento (genética, telomerasas, estrés oxidativo, etc.), el papel de los factores extrínsecos, principalmente la higiene de vida y los factores ambientales, es cada día más importante.Todos los sistemas fisiológicos envejecen a un ritmo y con unas consecuencias variables en función del órgano en cuestión.Este envejecimiento fisiológico puede retrasarse tomando medidas higienicodietéticas, a menudo sencillas pero en ocasiones exigentes.El tratamiento de las enfermedades agudas o crónicas, más frecuentes en el anciano, permite igualmente aumentar la duración de la vida sin deficiencias y así prolongar la vida con buena salud.Palabras Clave: Envejecimiento, Fisiología, Epidemiología, Factores genéticos, Factores ambientales
La neurofisiología del movimiento y del aprendizaje motor cubre un terreno científico muy amplio.Las bases fundamentales de la elaboración central del movimiento están inscritas en unas estructuras cerebrales muy específicas en el plano anatómico y funcional, pero están también muy ricamente interconectadas formando conjuntos neuronales jerarquizados y dinámicos.El objetivo principal de este artículo consiste en introducir las bases generales del aprendizaje motor obtenidas gracias a experimentos realizados a partir de modelos animales elementales con el fin de integrarlos progresivamente en comportamientos motores más complejos.Las bases del aprendizaje neuronal que implican la potenciación y la depresión a largo plazo y los mecanismos localizados a nivel de la membrana de las neuronas, así como aquellos que activan el material genético neuronal, están considerados en su contexto experimental inicial antes de ser descritos en el campo de comportamientos motores más complejos que implican principalmente la motricidad humana.Se propone una visión actualizada de los diferentes sistemas corticales y subcorticales, base de la neurofisiología del movimiento y de su plasticidad.La estructura dinámica propuesta integra las áreas corticales implicadas en la organización de la actividad voluntaria y de la dirección sensorial, así como el papel de los núcleos de la base y del cerebelo.La descripción de las neuronas espejo y del modelo interno debería permitir comprender mejor la dinámica general de la actividad motora y de su aprendizaje.Palabras Clave: Movimiento, Aprendizaje, Corteza motora, Cerebelo, Núcleos de la base, Neuronas espejo
La función alimentaria es un aspecto natural de nuestra vida diaria.Al ser indispensable para garantizar el equilibrio fisiológico, su influencia en la calidad de vida es innegable.Por desgracia, hay muchas enfermedades que dificultan la ingesta, a cualquier edad, y que incluso comprometen el bienestar social.Desde hace algunos años se está produciendo un avance considerable en la rehabilitación específica de estos trastornos.En la actualidad, el mundo médico no pone en duda el interés de estos relevantes enfoques.La etapa siguiente ya está en marcha y consiste en proporcionar una base científica a las técnicas de campo.Las publicaciones se enriquecen con ensayos clínicos y descubrimientos neurofisiológicos, que periódicamente suman nuevas orientaciones terapéuticas.El objetivo de este artículo es describir el estado actual de los conocimientos con relación a esta cuestión, multidisciplinaria y específica, que representa la disfagia.Palabras clave: Disfagia, Deglución, Fisiología de la alimentación
La cistitis hemorrágica se define por una hematuria crónica, de origen vesical, que puede evolucionar hacia un síndrome hemorrágico grave, la pérdida de la función vesical e incluso el fallecimiento del paciente.En el plano fisiopatológico, la cistitis hemorrágica es la consecuencia de la activación en cadena de factores de la inflamación y de destrucción del urotelio: piroptosis vesical.Las principales causas son la cistitis postirradiación, que evoluciona por accesos a lo largo de varios años, la cistitis causada por los metabolitos de los quimioterapéuticos y las infecciones víricas en el contexto del trasplante de células madre hematopoyéticas.El diagnóstico es simple y debe conducir a un tratamiento rápido: tratamiento del taponamiento vesical, cauterización de las lesiones hemorrágicas (en caso necesario), tomas de muestra para biopsia y de orina en busca de una infección vírica, lavado vesical e hiperhidratación.Los tratamientos locales son empíricos: principalmente, las irrigaciones de alumbre y la utilización de la cámara hiperbárica en caso de cistitis postirradiación.En caso de cistitis posquimioterapia o en el contexto del trasplante de células madre hematopoyéticas, son sobre todo las medidas preventivas las que permiten disminuir el riesgo.La cistitis hemorrágica suele evolucionar hacia la remisión.Sin embargo, en caso de cistitis postirradiación, los episodios hemorrágicos pueden recidivar e incluso ser más intensos y evolucionar hacia la contractura de la vejiga, que produce la pérdida de la función vesical.En caso de cistitis posquimioterapia o después de trasplante de células madre hematopoyéticas, la hematuria puede volverse irreducible y comprometer a corto plazo el pronóstico vital.En este caso, debe realizarse rápidamente una cistectomía.La cistitis hemorrágica es una complicación rara, por lo que se han podido realizar pocos estudios aleatorizados, lo cual explica la ausencia de recomendaciones.Palabras clave: Cistitis hemorrágica, Cistitis postirradiación, Cistitis química, Hematuria, Taponamiento vesical
Los implantes penianos semirrígidos e inflables aparecieron hace más de 30 años de forma casi simultánea.Antes de 1974, no existía ningún tratamiento realmente eficaz y todas las disfunciones eréctiles eran psicógenas o incurables.Los implantes penianos semirrígidos estaban más difundidos al principio, y se han vuelto menos frecuentes en beneficio de los implantes inflables (el 70% de los que existen en el mundo son de 3 piezas), que actualmente ofrecen una tasa de satisfacción superior al 80% a los 5 años sin complicaciones mecánicas.La disfunción eréctil orgánica refractaria a todo tratamiento sigue siendo relativamente infrecuente, pero a veces la única solución es el implante peniano.Cada etapa (indicación, preparación del paciente y de la pareja, técnica quirúrgica y elección del implante, así como la reanudación de la actividad sexual) debe ser precisa y eficaz para lograr un resultado funcional óptimo.Palabras Clave: Disfunción eréctil, Refractaria, Implantes de pene, Prótesis de pene, Prótesis semirrígida, Prótesis inflable
El carcinoma epidermoide del pene es un tumor relativamente infrecuente, pero debe diagnosticarse y tratarse de forma precoz para evitar una cirugía mutilante y a veces asociada a morbilidad.Es fundamental conocer la epidemiología para evitar la evolución de un tumor subyacente (higiene nula o insuficiente, fimosis congénita o adquirida, lesiones preepiteliomatosas como la enfermedad de Bowen o la eritroplasia de Queyrat).Respecto al tumor primario, en los últimos años varios autores han demostrado que el riesgo de recidiva podría ser bajo con márgenes quirúrgicos de 5 mm, tras lo que se han desarrollado las técnicas quirúrgicas conservadoras del pene, que permiten tratar tumores del glande y/o del prepucio de un diámetro inferior o igual a 30 mm, siempre que se realice una circuncisión sistemática.En todos los demás casos, es necesaria la amputación parcial o incluso total del pene.El carcinoma epidermoide del pene se difunde básicamente por vía linfática.Si no hay ganglios inguinales palpables, en los tumores del pene se han definido varios grupos con riesgo de metástasis subclínicas en los que se proponen diversas técnicas diagnósticas.Si hay metástasis inguinales palpables, la linfadenectomía inguinal total puede ser curativa, con la condición de que la extensión ganglionar sea limitada.La extensión ganglionar se evalúa mejor mediante tomografía por emisión de positrones (PET-TC) con 18-fluorodesoxiglucosa (18-FDG).Para los demás casos, se están evaluando tratamientos multimodales (quimioterapia neoadyuvante y cirugía).Palabras clave: Pene, Cáncer, Cirugía conservadora, Técnica quirúrgica
La cirugía del priapismo ha evolucionado singularmente en los últimos años gracias a los progresos fisiopatológicos y médicos que han disminuido su lugar, pero sin hacer que desaparezca.Está indicada como tratamiento de 2. a línea (grado C) y se emplea en el priapismo venoso anóxico (> 95% de los casos) después de 24 horas de evolución.Es la única urgencia urológica verdadera y el objetivo prioritario es obtener la destumescencia, aliviar al paciente y evitar las secuelas eréctiles fibrosas inducidas por la isquemia aguda.El mecanismo etiológico, el plazo de evolución y la gravedad de la anoxia determinan la urgencia y el tratamiento quirúrgico del priapismo venoso.Un avance importante es que ya no depende del criterio del urólogo, sino que debe ser gradual y secuencial, según unos criterios muy precisos.La técnica de referencia es la creación de una fístula cavernoesponjosa que debe realizarse, si es posible, en un centro experto debido a su escasa frecuencia.Mediante la descompresión de los cuerpos cavernosos, que presentan un sufrimiento isquémico, facilita su drenaje venoso y su oxigenación.La cirugía recomendada como 1. a línea es la fístula distal percutánea (tipo derivación en T) o abierta (tipo Al-Ghorab, más invasiva, pero más fiable) uni y después bilateral (si es insuficiente), completada si fracasa con una dilatación descompresiva intracavernosa.En el priapismo refractario, se debe plantear preferentemente el implante peniano en lugar de una anastomosis proximal o venocavernosa.Si fracasa el tratamiento médico, no se debe perder tiempo (sobre todo en caso de anoxia grave) y hay que recurrir enseguida a una cirugía con fines curativos (antes de 24-48 horas) o paliativa, en caso de priapismo « refractario » al tratamiento curativo y/o atendido de forma tardía (> 48 h).En tal caso, se debe proponer la colocación inmediata o diferida precoz de implantes flexibles o inflables, en particular en el priapismo no hematológico sin cirugía previa para minimizar las secuelas eréctiles y psicosociales.Palabras clave: Priapismo, Cirugía del priapismo, Fístula cavernoesponjosa
El varicocele corresponde a una dilatación varicosa de las venas del plexo pampiniforme y puede ser responsable de sintomatología como molestias escrotales, hipotrofia testicular o infertilidad masculina.Se explica por la existencia de un reflujo venoso desde el sistema renocava, reflujo que puede objetivarse clínicamente o mediante ecografía durante la maniobra de Valsalva.El varicocele debe tratarse cuando produce sintomatología; se dispone de diferentes tipos de tratamientos.La técnica puede ser quirúrgica, a través de diversas vías de acceso (abiertas o por laparoscopia), y consiste en ligar los flujos venosos testiculares expuestos para impedir el reflujo, o mediante radiología intervencionista, que permite al mismo tiempo realizar una flebografía retrógrada diagnóstica y la embolización de la vena testicular.Cada una de las técnicas, quirúrgica y radiointervencionista, tiene sus propios intereses y límites; ambos tipos se inscriben en una estrategia terapéutica común, que deberá estar bien sistematizada en cada centro.Palabras clave: Varicocele, Técnicas quirúrgicas para el varicocele, Flebografía retrógrada, Embolización de la vena testicular, Infertilidad
En el curso de los últimos años, la anticoncepción masculina por vasectomía ha ido volviéndose cada vez más frecuente.Hoy día la utiliza cerca de un 10% de las parejas estadounidenses.Se prefiere la técnica quirúrgica «sin incisión» (no-scalpel), que produce menos complicaciones.La cauterización del deferente con o sin interposición de fascia parece ser el método más seguro.La esterilidad se confirma por la oligoastenospermia o la azoospermia en el espermograma realizado al cabo de 12 semanas.
La orquiectomía (u orquidectomía) total es la actitud terapéutica de referencia para el tratamiento de los tumores testiculares.Los principios de este tratamiento son la vía de acceso inguinal, el pinzamiento previo del cordón espermático y su posterior ligadura al nivel del orificio inguinal profundo.La colocación de una prótesis testicular queda a elección del paciente tras la discusión con el médico.En el niño prepuberal, los tumores del testículo son 10 veces más raros que en el adulto, aunque los principios de la cirugía son los mismos.La cirugía conservadora, que tiene como objetivo la preservación de la función endocrina y reproductiva, tiene indicaciones limitadas en el adulto, y debe proponerse en el niño cada vez que sea técnicamente posible y si la alfafetoproteína sérica es inferior a 10 ng/ml.Esta cirugía necesita también una vía de acceso inguinal, y el pinzamiento del cordón se completa con un examen extemporáneo de la pieza quirúrgica.Tanto la orquiectomía total como la orquiectomía parcial son cirugías con poca morbilidad.Palabras clave: Tumores testiculares, Cáncer del testículo, Orquiectomía, Orquiectomía parcial
Los traumatismos de los órganos genitales externos masculinos son poco frecuentes y afectan sobre todo a una población joven.La precocidad del tratamiento condiciona los resultados funcionales.La exploración quirúrgica es la norma, salvo en los traumatismos «moderados» del testículo si la ecografía confirma su integridad.Por el momento, la resonancia magnética testicular no presenta indicaciones especiales, a pesar de que algunas secuencias rápidas pueden permitir valorar mejor las situaciones difíciles en caso de duda clínica o ecográfica.Los traumatismos del pene requieren una reparación quirúrgica urgente, salvo si se trata de una ruptura de la vena dorsal del pene.En caso de amputación, es indispensable un tratamiento combinado psiquiátrico y urológico.Palabras clave: Traumatismo, Órganos genitales externos, Fractura del pene, Ecografía
La torsión del cordón espermático es una urgencia terapéutica que compromete la función exocrina y endocrina del testículo afectado.Se produce sobre todo en adolescentes o adultos jóvenes.Su tratamiento consiste en la escrototomía exploradora de urgencia y la orquidopexia u orquiectomía en caso de necrosis testicular.La fijación del segundo testículo suele realizarse con fines preventivos.En el diagnóstico diferencial, hay que descartar sobre todo la torsión de anexos o la orquiepididimitis.Palabras Clave: Torsión, cordón espermático, Detorsión, Orquidopexia, Orquiectomía
La cirugía de la criptorquidia es un procedimiento muy frecuente en cirugía urológica pediátrica.En la mayoría de los casos se realiza de forma ambulatoria cuando el testículo es palpable en el trayecto inguinal y también puede recurrirse a la cirugía laparoscópica cuando el testículo tiene una posición alta intraabdominal.La evaluación preoperatoria de la posición del testículo es sobre todo clínica.En caso de duda, se puede utilizar la ecografía y la angiografía por resonancia magnética (angio-RM), y habrá que completarla con un estudio endocrino ante un testículo no palpable bilateral.Los objetivos del restablecimiento de la posición intraescrotal del testículo consisten, a largo plazo, en la fertilidad de estos niños y en evitar el riesgo de malignización del testículo criptorquídico.Palabras clave: Testículo no descendido, Criptorquidia, Orquidopexia, Laparoscopia, Fertilidad
El tratamiento quirúrgico de las anomalías del conducto peritoneovaginal (CPV) infantiles es una de las intervenciones más frecuentes en cirugía pediátrica.Sin embargo, este procedimiento no debe trivializarse, porque conlleva un riesgo para la gónada que no es nulo, debido a la disección del cordón espermático en los varones.En este artículo, se describen sucesivamente las tres anomalías principales relacionadas con la persistencia de todo o de una parte del CPV.Se trata de las hernias inguinales, los hidroceles y los quistes del cordón espermático.El tratamiento varía entre los distintos cuadros y es sustancialmente distinto al del adulto.Palabras clave: Conducto peritoneovaginal, Hernia inguinal, Hidrocele, Quiste del cordón, Niño
El hidrocele del adulto es una patología benigna relacionada con una disfunción de la túnica vaginal del testículo.El del niño, en cambio, se debe a la persistencia de un conducto peritoneovaginal permeable.El diagnóstico es clínico, pero puede efectuarse una ecografía para confirmarlo y explorar el contenido escrotal subyacente.La indicación terapéutica depende de la repercusión funcional.El tratamiento de referencia es quirúrgico, muy a menudo con anestesia general o locorregional.Las técnicas principales son la plicatura de la vaginal (técnica de Lord), la resección simple o la resección-plicatura (técnica de Jaboulay).La punción simple con escleroterapia puede considerarse en los pacientes de alto riesgo anestésico o quirúrgico.La complicación principal es el hematoma, por lo que la hemostasia quirúrgica debe ser minuciosa.Ante un hidrocele, no debe pasarse por alto una patología epididimoescrotal subyacente.Palabras clave: Hidrocele del adulto, Tratamiento quirúrgico de los hidroceles, Lord, Jaboulay, Escleroterapia
Los divertículos uretrales son una entidad infrecuente, mas no excepcional.A menudo subestimados, se descubren en caso de complicaciones.Sin embargo, deben buscarse en la exploración física antes de una cirugía de incontinencia urinaria femenina o en caso de infecciones de repetición.En este sentido, al riesgo infeccioso se añade un riesgo degenerativo.Respecto al tratamiento de los divertículos suburetrales, se han publicado numerosos trabajos, sobre todo a finales del siglo XX.A pesar de ello, desde hace varias décadas no se observa un gran adelanto en el tratamiento de esta patología.Las estrategias terapéuticas se extienden de la simple vigilancia hasta la exéresis completa del divertículo, pasando por los tratamientos endoscópicos.La diverticulotomía sigue siendo la intervención de referencia del divertículo uretral.La valoración preoperatoria es esencial para confirmar el diagnóstico con certeza y la posición exacta del divertículo.Por eso, la exploración física debe ser meticulosa.Se completa con una ecografía transvaginal y/o una resonancia magnética de la pelvis para precisar la morfología del divertículo, que es un dato indispensable antes de iniciar cualquier tratamiento.El escollo principal de esta cirugía es la dificultad para identificar el divertículo.Por último, es una intervención delicada, con consecuencias funcionales a veces graves, que debe ser practicada por un cirujano experimentado.Palabras clave: Divertículo, Uretra, Colgajo de Martius, Marsupialización, Diverticulectomía
Se ha demostrado desde hace mucho tiempo que el tratamiento del prolapso genitourinario por vía alta, o «promontofijación» anterior y posterior, proporciona unos resultados anatómicos excelentes a largo plazo.La laparoscopia ha reducido la morbilidad postoperatoria y ha mejorado la calidad de la disección posterior.En la actualidad, la asistencia robotizada asocia la visión tridimensional (3D) y una ampliación excepcional de la imagen.En este artículo, se describen las dos técnicas laparoscópicas con o sin utilización del robot (Da Vinci de cuatro brazos) y después se revisan los resultados obtenidos en términos de complicaciones postoperatorias y de resultados anatómicos.La promontofijación laparoscópica es una técnica factible, con una tasa de complicaciones aceptable.La ayuda robótica es prometedora.Sin embargo, se debe realizar un estudio aleatorizado que compare la laparoscopia y la técnica robótica para contrastar los resultados de ambas técnicas.Palabras clave: Prolapso genitourinario, Promontofijación, Laparoscopia, Robótica, Complicaciones, Prótesis
El prolapso genital es una afección frecuente que no compromete la vida, pero sí la calidad de vida.Ante todo, se trata de un problema íntimo que puede perjudicar a todos los aspectos de la vida de una mujer.Su definición es anatomoclínica y sus consecuencias, en la inmensa mayoría de los casos, únicamente funcionales.El prolapso genital se caracteriza por la protrusión (permanente o por esfuerzo y de forma total o parcial) de las paredes vaginales en la luz vaginal, las cuales se exteriorizan a través del orificio vulvovaginal debido a una insuficiencia de los sistemas de sostén y suspensión de los órganos pélvicos femeninos.El tratamiento de las alteraciones funcionales causadas por el prolapso genital es básicamente quirúrgico.Por vía abdominal, las dos técnicas más frecuentes son la promontofijación y la suspensión cervicoístmica de Kapandji.Ambas intervenciones, que desde hace tiempo se realizan por laparotomía, también se practican, con los mismos principios quirúrgicos, por vía laparoscópica, con dos grandes ventajas en términos de una cirugía siempre más funcional: el hecho de ser una técnica mínimamente invasiva y de posibilitar una disección más fina.Los primeros resultados a corto y medio plazo son comparables a los de la laparotomía, con ventajas reales que confirman los principios teóricos.Palabras Clave: Prolapso genital, Promontofijación, Suspensión cervicoístmica, Kapandji, Reparación paravaginal, Colpopexia retropúbica, Laparoscopia
El tratamiento del prolapso genital es esencialmente quirúrgico.Las ventajas de la vía vaginal, en comparación con la vía abdominal, son la menor duración de la intervención y la reanudación más rápida de las actividades normales.Se describirán las técnicas quirúrgicas de uso más frecuente en la práctica diaria.Para el prolapso completo, que afecta a los tres compartimentos propios de la estática pélvica, la mayoría de las veces se combina colpohisterectomía, un colgajo vaginal para el tratamiento del cistocele, el cruce de los ligamentos uterosacros por debajo de la sínfisis según la técnica de Campbell y, por último, suspensión del fondo vaginal según Richter y miorrafia de los elevadores.Estas técnicas que aprovechan los tejidos nativos tienden a ser sustituidas en la actualidad por las que recurren a las prótesis de refuerzo, que podrían estar indicadas como segunda elección si fracasa un tratamiento quirúrgico previo o si un elemento clínico especial hace temer un riesgo elevado de recidiva.A todas las pacientes que van a ser sometidas a un tratamiento quirúrgico por prolapso genital se les debe ofrecer una información completa de los riesgos específicos de cada técnica.También deben ser informadas sobre los resultados a largo plazo, así como de la falta de datos disponibles respecto a las técnicas con tejidos nativos o con prótesis.Palabras Clave: Prolapso genital, Histerectomía vaginal, Colporrafia anterior, Colporrafia posterior, Miorrafia de los elevadores, Fijación sacroespinosa, Vulvocolpocleisis, Prótesis vaginales
Después de que se han implantado varios millones de bandeletas en todo el mundo y de conocer sus resultados (morbilidad baja, tasa de curación cercana al 85% estable con el tiempo), esta técnica se está imponiendo poco a poco como el método de referencia del tratamiento quirúrgico de la incontinencia urinaria de esfuerzo femenina.La vía transobturatriz, que permite una tasa de éxito idéntica, pero con una morbilidad menor, está suplantando poco a poco a la vía retropúbica.En la actualidad, el material que se utiliza es exclusivamente el polipropileno de malla amplia, que es el único adecuado para una integración tisular adecuada.Después de haber establecido cuidadosamente la indicación quirúrgica, el conocimiento adecuado del material que se emplea y la realización de una intervención perfecta desde el punto de vista técnico son los factores que garantizan un resultado óptimo, que es esencial a la hora de plantear una cirugía funcional.Palabras Clave: Incontinencia urinaria de esfuerzo, Tratamiento quirúrgico, TVT, Vía transobturatriz
La prostatectomía es uno de los tratamientos curativos del cáncer localizado de próstata.La incontinencia urinaria es una de sus principales complicaciones.Es necesaria la valoración precisa de esta incontinencia urinaria para apreciar al mejor su mecanismo y su gravedad, con el fin de considerar un tratamiento adecuado.La utilización de biomateriales ha permitido el desarrollo de nuevas técnicas quirúrgicas que posibilitan un tratamiento mínimamente invasivo de la incontinencia urinaria posterior a la prostatectomía.Las inyecciones periuretrales tienen una eficacia limitada y sólo deben proponerse a pacientes seleccionados.Los balones periuretrales (ProACT [Adjustable Continence Therapy]) aseguran la compresión de la uretra en la región del esfínter estriado deficiente, lo que aumenta la resistencia a las pérdidas de orina.Las bandeletas suburetrales han empezado a utilizarse recientemente en el tratamiento de la incontinencia urinaria en el varón, con resultados iniciales prometedores.Actualmente, existen tres tipos: bandeletas de anclaje óseo (InVance), bandeletas transobturatrices (AdVance, I-StopTM), bandeletas suburetrales ajustables (MRS, Male Remeex System).El esfínter artificial urinario (AMS 800) constituye un tratamiento de referencia de la incontinencia urinaria grave tras prostatectomía.Palabras Clave: Prostatectomía, Incontinencia, Esfínter artificial, Bandeleta suburetral, Balones ProACT
El esfínter urinario artificial de continencia es un implante periuretral.Es el tratamiento de referencia de la incontinencia urinaria grave de esfuerzo por insuficiencia esfinteriana.El modelo utilizado actualmente es el AMS 800, producido por American Medical Systems.Se trata de un sistema hidráulico constituido por un manguito periuretral que asegura la oclusión uretral, un balón regulador de la presión situado en el espacio laterovesical y una bomba de control.El paciente comprime la parte inferior de la bomba para transferir el líquido desde el manguito hasta el balón regulador de la presión.De este modo, el manguito se abre y se hace posible la micción.Debe realizarse una valoración clínica y pruebas complementarias rigurosas con el fin de confirmar la indicación y asegurarse de la ausencia de contraindicaciones.Es necesario tener en cuenta las capacidades motoras y psicointelectuales.En el varón, el punto habitual de implantación del manguito es peribulbar, con una vía de acceso perineal.Si se trata de una indicación neurológica, es preferible la ubicación pericervical a través de laparotomía media infraumbilical.En ciertos casos, pueden valorarse la implantación en posición transcavernosa, el acceso penoescrotal o la colocación de un segundo manguito.La bomba se introduce en el escroto a través de un acceso abdominal.En la mujer, el manguito se coloca a nivel pericervical por vía abdominal, a través de laparotomía o por vía laparoscópica.La bomba se introduce al nivel del labio mayor.La preparación de los elementos del esfínter y las normas de implantación son idénticas.Son necesarias normas de asepsia estrictas.La tasa de satisfacción es globalmente buena, con mejora de la continencia en la mayoría de casos.Las principales complicaciones son las infecciones, la erosión uretral y la atrofia uretral.El seguimiento clínico es prolongado y debe llevar a realizar pruebas complementarias si existen signos de alerta.Palabras Clave: Esfínter urinario, Incontinencia urinaria de esfuerzo, Insuficiencia esfinteriana, Prostatectomía
El hipospadias masculino es una malformación urogenital congénita cuya frecuencia parece estar aumentando.Su descripción anatómica no se puede reducir a la simple posición ectópica del meato uretral.De hecho, el hipospadias es la consecuencia de un proceso complejo que implica una falla o la interrupción del desarrollo del conjunto de los tejidos que forman la cara ventral del pene (radio ventral del pene).A pesar de que en la mayoría de los casos no se encuentra ninguna etiología precisa, algunos hipospadias se integran dentro de anomalías endocrinas y genéticas perfectamente identificables.En todos los casos, se debe realizar un análisis anatómico peroperatorio preciso de la malformación para elegir la técnica reconstructiva óptima.Sólo se puede tener una evaluación precisa de los resultados mediante un seguimiento hasta la edad adulta.Palabras clave: Malformaciones genitales, Pene, Uretra, Hipospadias
La estenosis uretral es una patología frecuente que afecta a varones de cualquier edad.Su causa más frecuente es traumática.Provoca trastornos obstructivos y debe buscarse cuando existen síntomas urinarios.Definir con precisión las características de la estenosis es fundamental para escoger el tratamiento óptimo.El tratamiento de las estenosis uretrales puede realizarse por vía endoscópica o por vía abierta.El tratamiento endoscópico suele escogerse como primera elección porque es menos invasivo.Existen varias técnicas que deben adaptarse al tipo de estenosis.La técnica de uretrotomía endoscópica ha evolucionado muy poco en los últimos 30 años y la aparición del láser y de las endoprótesis no ha modificado en gran medida el pronóstico y la tasa de recidiva de las estenosis.Aunque la vía endoscópica suele escogerse como primera elección, no debe repetirse si se produce una recidiva, porque puede empeorar los resultados de la cirugía abierta.El riesgo principal es la recidiva de la estenosis.Palabras clave: Uretra, Estenosis, Uretrotomía interna, Láser, Endoscopia urinaria
Este artículo es un resumen de los datos actuales sobre la cirugía de la uretra, tanto para rupturas traumáticas como para estenosis más distales, a menudo ya operadas en múltiples ocasiones.El lugar que ocupan las técnicas de uretroplastia de ampliación se corresponde con los buenos resultados de estas operaciones.Existen numerosas publicaciones al respecto, a menudo de tipo descriptivo y de bajo nivel de evidencia.Por tanto, lo que se presenta en este artículo es sobre todo una síntesis de recomendaciones de expertos, con numerosos detalles técnicos para disminuir las dificultades del período de aprendizaje.Se han simplificado las indicaciones, a veces de forma exagerada, pero los autores esperan proporcionar al lector una serie de herramientas útiles, con los elementos de decisión de la estrategia quirúrgica.Palabras clave: Cirugía uretral, Uretroplastias, Uretrorrafias, Plastias de ampliación, Mucosa bucal
La braquiterapia por cáncer de próstata consiste en depositar el elemento radiactivo en la próstata de forma directa, sin que la radiación tenga que atravesar los tejidos circundantes.La modalidad que más se usa es la braquiterapia con tasa de dosis baja por implantes definitivos de yodo-125 y dosimetría en tiempo real.Las indicaciones han sido establecidas por la American Brachytherapy Society (ABS).Son pacientes con cáncer de próstata del grupo de bajo riesgo (T1c-T2a; Gleason: 3 + 3; antígeno prostático específico [PSA] inferior o igual a 10) según la clasificación de D'Amico.Después de un seguimiento prolongado, las indicaciones se han ampliado a partir de criterios biópsicos (número de biopsias positivas, longitud tumoral por biopsia y presencia o ausencia de invasión perinerviosa) y de los resultados de la resonancia magnética (RM) (preferentemente multiparamétrica).Así, algunos pacientes del grupo de riesgo intermedio de D'Amico (T2b; Gleason: 7; PSA: 10-20) con baja carga tumoral y agresividad moderada pueden ser tratados mediante braquiterapia sola.Al parecer, es prudente no acumular los factores de riesgo (Gleason: 7 y PSA > 10 ng/ml).Una selección rigurosa de los pacientes produce resultados comparables a los de la cirugía o la radioterapia.Una IPSS (International Prostate Symptom Score) superior a 12, un volumen prostático superior a 60 ml y una resección endoscópica de la próstata con una celda bien visible son las contraindicaciones principales.La braquiterapia prostática es la radioterapia estereotáxica por excelencia, y en ella se consideran los movimientos de la próstata y del paciente.Permite liberar en la próstata el nivel de dosis más elevado, en comparación con una radioterapia externa sola.Este tratamiento necesita equipos capacitados y un control de calidad elevado de los protocolos de tratamiento.Palabras clave: Cáncer de próstata, Braquiterapia, Radioterapia
En este artículo se describe el tratamiento de las fístulas uretrorrectales, proponiendo la técnica de reparación por la vía transanorrectal de York-Mason.Se detallarán las distintas etapas quirúrgicas de esta técnica, así como las diferentes alternativas quirúrgicas.Palabras clave: Fístula urinaria, Fístula rectal, Cáncer de próstata, Cirugía urológica, Reparación uretral
En el cáncer localizado de la próstata, el uso de ultrasonidos focalizados de alta intensidad (HIFU) es un tratamiento mínimamente invasivo y adaptado a los pacientes que no son candidatos a la cirugía radical debido a la agresividad baja o moderada del tumor, a la esperanza de vida y/o a las comorbilidades asociadas.Se puede efectuar en pacientes disúricos (resección transuretral asociada) y en los que han sido sometidos a una adenomectomía.El tratamiento con HIFU puede repetirse varios meses o años después de la primera sesión si en las biopsias de control se identifica un foco neoplásico residual.Si fracasa, es posible recurrir a otras modalidades terapéuticas (radioterapia externa, cirugía radical, crioterapia).Además, el tratamiento con HIFU puede usarse como tratamiento de recuperación en pacientes con recidiva local después de una radioterapia externa.Los equipos de última generación (Focal One o terapia focal prostática robotizada) permiten modular con precisión el tratamiento en función de la extensión del cáncer en la glándula, ya sea como primera elección o por recidiva después de radioterapia: tratamiento total en el cáncer bilateral, tratamiento de un solo lóbulo prostático (hemiablación) en caso de tumor unilateral, tratamiento focal (limitado a la zona tumoral) guiado por un sistema de fusión elástica entre las imágenes de la resonancia magnética (RM) y la ecografía peroperatoria en los tumores cuyos contornos pueden ser definidos en las imágenes de RM multiparamétrica.Un sistema integrado de ecografía de contraste permite, al final del tratamiento, visualizar la zona de necrosis y, si es necesario, efectuar una terminación de tratamiento inmediata.Palabras clave: Cáncer de próstata, Terapia por ultrasonidos, HIFU, Terapia focal.
Las fístulas vesicales son lesiones de origen diverso que crean una comunicación entre la vejiga y un órgano adyacente.Las más frecuentes son las vesicoentéricas (principalmente vesicosigmoideas) y las vesicovaginales, las cuales aparecen como complicación de una cirugía ginecológica, en particular una histerectomía.La manifestación clínica que orienta el diagnóstico es la incontinencia urinaria.Las fístulas vesicoentéricas surgen principalmente como complicación de una sigmoiditis diverticular.Sus signos clínicos son la neumaturia y las infecciones urinarias recidivantes.Aunque la fecaluria tiene carácter patognomónico, es un signo raro.Siempre se debe practicar una exploración física y una endoscopia.Según el contexto clínico, se realizan estudios radiológicos con contraste en las áreas digestiva, ginecológica y urológica.Cuando una fístula aparece de manera espontánea es necesario buscar una neoplasia pélvica.El tratamiento de una fístula genitourinaria, que nunca se emprende antes de 3 meses de evolución, consiste en la resección de la fístula con cierre vesical y genital (vaginal o uterino).Para mejorar los resultados se interpone un colgajo epiploico o un colgajo de labio mayor.La vía de acceso puede ser alta (transvesical y transperitoneovesical) o transvaginal.Los resultados varían según la calidad de los tejidos que se van a reparar.Si fracasa el tratamiento de la fase aguda de una fístula vesicosigmoidea que no ha curado espontáneamente, se procede a su tratamiento quirúrgico por sigmoidectomía y cistectomía parcial.
Conocer bien las fascias que rodean la glándula prostática permite al cirujano encontrar los planos de disección en el transcurso de una prostatectomía radical.La primera parte de este artículo se refiere a la anatomía descriptiva de la celda prostática y a sus relaciones con las estructuras periprostáticas; la segunda parte trata las diversas opciones de disección quirúrgica de las fascias prostáticas con base en los objetivos carcinológicos o funcionales, y la tercera expone las vías de acceso quirúrgicas de una prostatectomía radical.Palabras clave: Próstata, Anatomía de la próstata, Disfunción eréctil, Incontinencia urinaria, Prostatectomía
El vaciamiento ganglionar es la técnica de referencia para evaluar la invasión linfática del cáncer de próstata.Aunque su beneficio terapéutico en este cáncer sea incierto, está indicado en los pacientes con un cáncer de alto riesgo, aunque podría carecer de utilidad en los pacientes de bajo riesgo.Cuando se realiza, el vaciamiento ganglionar ampliado permite estimar mejor la extensión de la enfermedad que el vaciamiento limitado, que tiende a subestimar la invasión de los ganglios linfáticos.El vaciamiento ganglionar se asocia a un bajo riesgo de complicaciones, que es mayor cuando se realiza un vaciamiento ampliado.Palabras clave: Cáncer de próstata, Linfadenectomía, Cirugía, Ganglios linfáticos
En este artículo se presenta la técnica de la prostatectomía total por vía laparoscópica infraperitoneal.Se describen los tiempos de la intervención quirúrgica y el método quirúrgico: colocación y exposición de la celda prevesical, sección del cuello de la vejiga y exposición del plano seminal, sección de los pedículos vasculares prostáticos y preservación de las bandeletas, sección de la uretra, anastomosis uretrovesical, cuidados postoperatorios.Esta técnica, que se utiliza desde hace más de 10 años en las unidades de los autores de este artículo, ha alcanzado la madurez y puede reproducirse y enseñarse.Palabras clave: Cáncer de próstata, Prostatectomía, Laparoscopia
Aunque la adenomectomía suprapúbica se enfrenta a la competencia de las técnicas de enucleación endoscópica, sigue siendo una opción validada y recomendada por todas las sociedades científicas para tratar los adenomas muy voluminosos.El umbral mínimo de volumen prostático para operar por vía suprapúbica es de 60-80 ml.En cambio, no existe ningún límite superior.Los resultados funcionales a largo plazo son excelentes, pero la morbilidad quirúrgica es significativa, en particular en lo que respecta a las complicaciones hemorrágicas.La vía transvesical de Hryntschak puede modificarse por un cerclaje del cuello vesical según la técnica de Denis para mejorar la calidad de la hemostasia.Algunos autores recomiendan la vía transcapsular de Millin, porque permitiría una hemostasia de más calidad.Palabras clave: Hiperplasia benigna de próstata, Síntomas del tracto urinario inferior, Adenomectomía prostática transvesical, Adenomectomía prostática retropúbica
Las lesiones traumáticas de la uretra anterior son poco frecuentes y se deben sobre todo a traumatismos cerrados.En pocas ocasiones se asocian a fracturas de la pelvis o a politraumatismos que comprometen el pronóstico vital.Las lesiones por caídas a horcajadas son las más habituales, en cuyo caso la uretra bulbar, que está fija, se aplasta o se comprime contra el borde inferior de la sínfisis del pubis.El diagnóstico de lesión uretral se sospecha con facilidad gracias a las circunstancias del traumatismo, a la presencia de una uretrorragia o de una hematuria inicial, de una posible disuria y/o de hematoma peniano, escrotal o perineoescrotal.Siempre debe confirmarse y precisarse mediante una uretrografía retrógrada, realizada de forma inmediata o tras varios días.El tratamiento inicial es la colocación de un catéter vesical suprapúbico, si es posible antes de cualquier intento de cateterismo uretral e incluso de micción.Las contusiones uretrales sólo requieren la derivación urinaria o una sonda uretral durante algunos días y suelen curarse sin secuelas.El tratamiento de las rupturas parciales y, sobre todo, totales, sigue siendo motivo de controversia: derivación suprapúbica aislada y tratamiento diferido, endoscópico o quirúrgico abierto de la estenosis uretral que aparece en la gran mayoría de los casos, y también siempre tras la ruptura total; realineación «uretroscópica» precoz y cateterismo uretral prolongado (4-8 semanas según la lesión), para las rupturas parciales y más discutibles en las formas totales; la uretrorrafia quirúrgica diferida varios días es la actitud más habitual en Europa (en especial en Francia) para las rupturas totales.Los traumatismos abiertos de la uretra anterior y las lesiones uretrales asociadas a las fracturas del pene (movimiento falso durante el coito) exigen una exploración quirúrgica y, si es posible, una reparación inmediata.Tras la ruptura de la uretra anterior, la principal secuela es la estenosis uretral, que requiere en muchas ocasiones un tratamiento quirúrgico (uretrotomía interna endoscópica en caso de estenosis corta, uretroplastia mediante colgajo pediculado o injerto libre si la estenosis es más larga).Palabras Clave: Uretra, Traumatismo uretral, Cistostomía, Endoscopia, Estenosis
Los divertículos vesicales corresponden a hernias de la mucosa vesical a través del músculo detrusor.La pared del divertículo está formada por urotelio que descansa sobre el corion.La dehiscencia muscular que origina el divertículo puede ser congénita o degenerativa.Los divertículos sufren dos grandes complicaciones, en ocasiones intricadas: el defecto de vaciamiento (que produce infecciones, litiasis, signos funcionales de las vías urinarias bajas) y la aparición de un tumor urotelial en la cavidad diverticular.El tratamiento de estos divertículos complicados es entonces quirúrgico, por vía endoscópica o retropúbica.Los resultados son excelentes, si la intervención garantiza al mismo tiempo el tratamiento del obstáculo infravesical asociado cuando se trata de un divertículo adquirido.
La embolización arterial de la próstata es una nueva modalidad terapéutica mínimamente invasiva propuesta en el marco de ensayos, que está en fase de validación en el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata desde 2010.La hiperplasia benigna de próstata (HBP) es una patología muy frecuente en los varones mayores de 50 años.Esta entidad se define por una serie de argumentos que engloban la asociación de signos funcionales urinarios con un aumento del volumen prostático.Afecta al 50% de los varones de forma muy variable y puede tener una gran repercusión sobre la calidad de vida.La HBP puede tener una repercusión negativa sobre el reservorio vesical y, excepcionalmente, sobre el aparato urinario superior.El papel del urólogo en el tratamiento de la HBP es acompañar a su paciente durante la evolución de esta patología tratando los síntomas molestos a la vez que se conserva el aparato urinario, pero también la función sexual.Ante un fracaso, la mala tolerabilidad de los tratamientos farmacológicos o una HBP complicada (retención de orina, cálculos vesicales, insuficiencia renal obstructiva, infecciones repetidas, etc.), la cirugía es la opción clásica, pero puede presentar un riesgo elevado de morbilidad según el contexto o alterar la función sexual.La embolización arterial de la próstata es una nueva alternativa a la cirugía, que aún no forma parte de los tratamientos de referencia.Este nuevo tratamiento mínimamente invasivo, con escasa morbilidad pero muy técnico, podría permitir, en indicaciones bien seleccionadas, evitar o retrasar la cirugía cuando se establezca la indicación en el marco de un equipo multidisciplinario urológico y radiológico.Palabras clave: HBP, Hiperplasia benigna de próstata, Síntomas del aparato urinario inferior, Radiología intervencionista, Embolización arterial
La termoterapia por radiofrecuencia de una hipertrofia benigna de la próstata es un procedimiento de termoterapia prostática de alta energía.En la actualidad, el sistema de radiofrecuencia monopolar de tipo Prostiva (antes denominado ablación transuretral con aguja [TUNA]), comercializado por la empresa Medtronic, es el único disponible para realizar esta técnica.En este sistema, una corriente de radiofrecuencia monopolar de baja frecuencia provoca una necrosis coagulativa por calentamiento.Los electrodos se insertan bajo control endoscópico transuretral en la zona prostática que se va a tratar.La corriente, que circula durante 3-5 minutos, provoca una elevación local de la temperatura de alrededor de 100 °C en un radio de 0,5 cm alrededor del electrodo.El número de aplicaciones de los electrodos depende del tamaño del adenoma que vaya a tratarse.En la mayoría de las ocasiones, se deja colocada una sonda vesical después del tratamiento, que puede realizarse bajo anestesia local con anestésicos tópicos de contacto o mediante bloqueo nervioso prostático.Palabras Clave: Hipertrofia benigna de próstata, Termoterapia, Tratamiento poco invasivo
El tratamiento de la hipertrofia benigna de próstata (HBP) ha evolucionado en los últimos 20 años con la aparición de nuevos tratamientos, tanto farmacológicos como quirúrgicos.Sin embargo, la resección transuretral monopolar de próstata sigue siendo el tratamiento quirúrgico de referencia de la HBP complicada o refractaria a un tratamiento médico bien conducido.En la actualidad, esta técnica cuenta con series que incluyen cohortes y seguimiento más importantes.Los avances tecnológicos y la estandarización de la técnica desde su primera descripción permiten ofrecer excelentes resultados funcionales con un riesgo de complicaciones controlado.Por tanto, el objetivo de este artículo es describir la técnica de resección endoscópica monopolar, sus resultados funcionales y sus complicaciones.Esta técnica constituye una referencia y, por tanto, una base de comparación a la hora de desarrollar técnicas quirúrgicas alternativas.Palabras clave: Hiperplasia benigna de próstata, Síntomas del aparato urinario inferior, Resección transuretral de próstata
Las biopsias prostáticas están indicadas cuando existe una sospecha clínica o por las pruebas de laboratorio de cáncer de próstata en los pacientes en quienes dicho cáncer reduciría su esperanza de vida.La preparación del paciente es fundamental.Consiste en una información sobre el procedimiento y sus complicaciones potenciales, así como en la búsqueda de riesgos particulares del paciente (riesgo alérgico, hemorrágico e infeccioso).Se recomienda un enema rectal la víspera o la mañana de las biopsias.La esterilidad de la orina se controla como mínimo con una tira urinaria.Salvo que existan contraindicaciones, se realiza una profilaxis antibiótica con una fluoroquinolona en toma única.El protocolo recomendado por la Association Française d'Urologie consiste en la realización de 12 biopsias ecoguiadas por vía transrectal tras anestesia local con bloqueo periprostático.Las complicaciones más frecuentes de las biopsias son la hemorragia y la infección.Se debe informar al paciente de la conducta práctica si aparecen efectos secundarios de las biopsias.Debe consultar de urgencia cuando presente una hemorragia importante, fiebre mayor de 38,5 ̊C o disuria en los días posteriores a las biopsias.La European Association of Urology recomienda la realización de una resonancia magnética (RM) prostática y de biopsias guiadas por la RM si persiste una sospecha de cáncer tras una primera serie de biopsias negativas.Se requiere una interpretación de la RM de buena calidad para identificar las zonas de las que deben tomarse muestras.Las recomendaciones PI-RADS V2 se han actualizado recientemente para estandarizar los procedimientos de adquisición y de interpretación de la RM.Se han comercializado varios sistemas para realizar las biopsias guiadas por RM.La fusión de las imágenes entre la ecografía del paciente realizada durante las biopsias y la RM realizada anteriormente permite dirigir la biopsia a las zonas sospechosas en la RM.Estos sistemas han demostrado ser útiles y pueden usarse en la práctica corriente.Palabras clave: Cáncer de próstata, Biopsia prostática, Biopsias guiadas por RM, Biopsias prostáticas dirigidas, RM de próstata, Fusión de imágenes
La toxina botulínica es una neurotoxina producida por una bacteria grampositiva anaerobia estricta: Clostridium botulinum.Por su acción paralizante, aun cuando se trata de uno de los venenos naturales más potentes y causa el botulismo humano, se ha convertido en un agente terapéutico para un número creciente de indicaciones y especialidades.En urología, la primera indicación fue el tratamiento de la disinergia vesicoesfinteriana, a modo de inyección esfinteriana.Schurch, en 2000, aplicó las primeras inyecciones de toxina botulínica A en la pared vesical para tratar la incontinencia urinaria por hiperactividad vesical neurógena, que es hoy su indicación principal.Gracias a este método poco invasivo, efectuado por vía endoscópica, las inyecciones de toxina botulínica A en el detrusor son una alternativa conservadora, reversible y eficaz si fracasan los tratamientos anticolinérgicos en la hiperactividad vesical neurógena.Se describirán los principios terapéuticos, ahora estandarizados, de esta afección.Palabras clave: Vejiga hiperactiva, Vejiga neurógena, Inestabilidad vesical, Incontinencia urinaria, Toxina botulínica
Los síntomas del tracto urinario inferior (STUI) son una causa frecuente de consulta en urología.El síndrome clínico de vejiga hiperactiva (SCVH) y algunas formas de retención urinaria forman parte de estos síntomas.Cuando no se encuentra ninguna etiología y han fracasado los tratamientos de primera línea, se puede proponer la neuromodulación sacra.Ésta consiste en aplicar un campo eléctrico sobre la rama anterior del nervio espinal S3 mediante un electrodo situado en el tercer agujero sacro.El sistema implantable InterStim (Medtronic) es actualmente el único dispositivo disponible en Francia para el tratamiento prolongado de los STUI mediante neuromodulación sacra.Esta terapia de segunda línea está indicada para los trastornos de la fase de almacenamiento: SCVH idiopático o neurógeno con o sin incontinencia y para trastornos de la fase de vaciamiento: retención refleja sin obstáculo anatómico (compatible o con un síndrome de Fowler).La neuromodulación sacra tiene también está indicada en coloproctología en la incontinencia fecal con esfínter conservado o lesionado como segunda línea tras fracaso de la rehabilitación.Así, la neuromodulación sacra es un tratamiento de elección de la doble incontinencia (urinaria y fecal).Palabras clave: Incontinencia urinaria, Hiperactividad vesical, Retención de orina, Neuromodulación, Neuroestimulación
La frecuencia, el tamaño y la gravedad de las complicaciones relacionadas con los cálculos vesicales han disminuido considerablemente en los países industrializados.Los métodos de tratamiento quirúrgico también han evolucionado mucho y, en la actualidad, la mayoría de las veces las intervenciones se realizan por vía laparoscópica.Sin embargo, los principios de esta cirugía no se han modificado: en un contexto en el que existe un riesgo de complicaciones infecciosas, conviene identificar el factor favorecedor del desarrollo del cálculo y tratarlo de forma simultánea para evitar las recidivas precoces.Palabras clave: Cálculo urinario, Vejiga, Cirugía endoscópica, Infección urinaria, Hematuria macroscópica
Las urostomías continentes o no continentes son modalidades frecuentes de tratamiento en urología.Sus indicaciones principales son la cirugía oncológica y la cirugía de los trastornos funcionales, en particular de las vejigas neurogénicas.El manejo óptimo de las ostomías es multidisciplinario y sigue los principios de estomaterapia que los urólogos y los equipos de urología deben conocer.El manejo comienza antes de la práctica de una ostomía, del mismo modo que los demás componentes del plan terapéutico.Las complicaciones y su tratamiento se consideran en función del tipo de urostomía.Palabras clave: Ureterostomía transileal, Bricker, Ureterostomía cutánea, Cistostomía cutánea continente
La vejiga normal es un reservorio de baja presión que proporciona una continencia eficaz de varias horas, así como una micción voluntaria no forzada con un vaciado completo.En algunas patologías, una o más de estas funciones se perturban por razones neurológicas o anatómicas.El objetivo de la cistostomía continente es facilitar sondeos intermitentes que permitan el vaciado regular de la vejiga, indispensable para la preservación del tracto urinario superior.Las principales indicaciones de esta cirugía son: vejiga neurógena congénita o adquirida, complejo extrofia vesical-epispadias posterior y megavejiga.La cirugía se decide después de realizar una evaluación de la función vesicoesfinteriana, del reservorio vesical y de la repercusión renal.Esta evaluación permite determinar si están indicadas otras intervenciones vesicales en el mismo tiempo quirúrgico.En adultos y niños se usan diversas técnicas quirúrgicas de cistostomía continente, así como distintas vías de acceso.El principio es derivar la orina mediante un tubo continente que se extiende hasta la piel y reemplaza a la uretra.Por este tubo, el paciente efectúa cateterismos intermitentes varias veces al día.La apendicovesicostomía, o tubo de Mitrofanoff, descrita en 1980, sigue siendo el patrón oro.El desarrollo de la videocirugía es la principal evolución de esta técnica en los últimos años.Cuando el apéndice no se puede utilizar, se usan otros tejidos para construir un tubo continente: intestino, uréter, trompa o colgajo de la pared vesical.La elección de la técnica quirúrgica y la vía de acceso se realizará en consulta con el paciente y podrá modificarse según los hallazgos peroperatorios.Las principales complicaciones comunes a las diversas técnicas son la incontinencia de la ostomía y la estenosis del conducto de cateterización, que dificulta el cateterismo y evita el vaciado completo de la vejiga.Palabras clave: Neurovejiga, Extrofia, Continencia, Cistostomía, Mitrofanoff (o apendicovesicostomía), Cateterismo intermitente
En 1986, Hautmann et al publicaron por primera vez la técnica de sustitución vesical ortotópica con íleon.La configuración y las propiedades funcionales del íleon son semejantes a las del órgano sustituido.La sustitución consiste en una asociación de un reservorio ileal destubularizado (Kock) que se anastomosa al muñón uretral con su esfínter.Tras múltiples modificaciones y simplificaciones, especialmente de la implantación de uréteres, se describe la técnica quirúrgica en todo detalle.
La sustitución vesical es la intervención de referencia tras la cistectomía cuando su realización es posible.Aunque el funcionamiento de la enteroplastia no es el mismo que el de la vejiga nativa, los objetivos son la obtención de una capacidad vesical suficiente, la protección del aparato urinario superior, una micción adecuada y una continencia satisfactoria.Los segmentos digestivos que pueden utilizarse son múltiples y han cambiado a lo largo de los años.El íleon destubularizado es actualmente el segmento más empleado en Europa.Aunque la movilización del estómago ya casi no se usa, se puede emplear el colon.Las indicaciones deben establecerse de forma rigurosa, debido a una morbilidad considerable relacionada con el tiempo digestivo.Los resultados parecen comparables, con independencia de la técnica utilizada.Palabras clave: Cistectomías, Vejiga, Derivación urinaria, Enterocistoplastia, Neovejiga
La cistectomía total con preservación de la uretra y reconstrucción vesical en la mujer requiere la preservación de las estructuras anatómicas implicadas en el mantenimiento de la continencia a la vez que se garantiza la radicalidad oncológica si la indicación es por un cáncer.Los distintos tiempos quirúrgicos consisten en una linfadenectomía pélvica, una histerectomía total, una resección vaginal anterior y una cistectomía total con preservación de la uretra subcervical.La cistectomía siempre se realiza de arriba hacia abajo y de atrás hacia delante.Los uréteres se disecan de arriba hacia abajo, hasta su entrada vesical, ligando progresivamente los vasos que se van encontrando (uterinos y vesicales) y manteniéndose siempre al nivel del uréter o por delante de él.La abertura del fondo de saco vaginal posterior permite identificar con precisión la pared vaginal anterior, tensar los pedículos vesicovaginales y, de ese modo, alejar los nervios pélvicos que discurren en paralelo a la pared vaginal lateral.Los pedículos vesicales se ligan al nivel de la pared vaginal anterior, que se reseca en bloque con la vejiga, a distancia de los nervios pélvicos.La pared vaginal anterior se separa a continuación de la vejiga al nivel del cuello vesical.En ese momento, la pieza quirúrgica sólo queda unida por la uretra.Esta se liga sobre la sonda por debajo del balón, tras lo que se secciona a 5-10 mm por debajo de este nudo.De este modo, no se realiza ninguna disección de la uretra subcervical, dejando intactas la fascia pélvica que la recubre, los ligamentos pubouretrales y uretropélvicos y el esfínter estriado urogenital.A continuación, se cierra la vagina, reconstruyendo una cavidad vaginal que suele ser suficiente desde el punto de vista funcional.A continuación, una neovejiga ileal destubularizada se anastomosa a la uretra.El neoorificio uretral debe escogerse adecuadamente en el punto más declive de la neovejiga.La selección de estas pacientes debe ser rigurosa, tanto desde el punto de vista oncológico como psicológico.Esta técnica es sencilla y reproducible, y permite ofrecer a las mujeres que requieren una cistectomía las mismas posibilidades de reconstrucción vesical que en los varones, con unos resultados funcionales equivalentes.Palabras clave: Cistectomía, Derivación urinaria, Sustitución vesical, Enterocistoplastia de sustitución, Íleon
La cistectomía total por vía abierta es el tratamiento de referencia de los tumores con o sin infiltración del músculo cuando fracasa el tratamiento conservador mediante inmunoterapia o quimioterapia intravesical.Desde la década de 2000, las cistoprostatectomías laparoscópica y robótica cada vez se realizan con más frecuencia, debido a sus beneficios en términos de hemorragia intraoperatoria y de morbilidad perioperatoria, a pesar de que no se dispone de resultados oncológicos a largo plazo.Los tiempos clave de esta intervención son, de forma sucesiva, la identificación y la disección de los uréteres, la disección del espacio rectovesicoprostático, la disección de las caras laterales de la vejiga, el control de los alerones vesicoprostáticos, la disección anterior con el control del plexo venoso dorsal y del uréter, la disección de las caras laterales prostáticas y después, tras la extracción de la pieza, la realización de la derivación urinaria.Palabras clave: Cáncer de vejiga, Cistectomía total, Cistoprostatectomía, Laparoscopia, Robótica
En los países en vías de desarrollo, las fístulas vesicovaginales son secundarias a la lesión isquémica en una distocia fetopélvica, mientras que en los países desarrollados son más bien una complicación de la cirugía pélvica.La fístula vesicovaginal tiene consecuencias físicas, sociales y morales desastrosas.En este artículo se describen la etiopatogenia y el tratamiento quirúrgico de las fístulas obstétricas.También se revisan otras formas de fístulas vesicovaginales.La exploración vaginal permite una clasificación pronóstica de la fístula vesicovaginal de acuerdo con las dificultades que enfrentará el cirujano, así como el pronóstico esperado.La vía de acceso vaginal es adecuada para el tratamiento de la mayoría de las fístulas obstétricas y permite técnicas de cirugía reconstructiva, como colgajos de interposición y de sostén.En efecto, se necesitan técnicas apropiadas para anticipar el riesgo de recidiva y la posible incontinencia urinaria residual.Esto es particularmente importante si la fístula está al nivel del cuello de la vejiga y la uretra.La suspensión del cuello de la vejiga es la clave de la continencia después de reparar grandes destrucciones tisulares.Las fístulas obstétricas con laceración del cuello uterino se tratan mejor mediante una vía mixta para completar la separación vesicouterina.Las fístulas altas tras histerectomía son operables por vía vaginal, pero también pueden abordarse fácilmente por vía abdominal mediante laparotomía o laparoscopia.Los desafíos de la cirugía de fístula vesicovaginal son el cierre hermético y la continencia con esfuerzo, así como el mantenimiento de una vagina funcional.Los fracasos son una fuente de decepción tanto para la paciente como para el personal sanitario.Las reintervenciones en caso de recidiva se asocian con un mal pronóstico debido a un aumento de la fibrosis.En el caso de la incontinencia urinaria de esfuerzo residual en la deficiencia del esfínter, un cabestrillo autólogo (aponeurosis de recto abdominal) es más eficaz que otras técnicas de sostén.El artículo también describe un modelo de tratamiento global de la fístula obstétrica en condiciones rurales (modelo Tanguieta en Benín).Palabras clave: Fístulas vesicovaginales, Fístulas obstétricas, Fístulas urinarias, Cirugía de la fístula
Este artículo coincide con el centenario de una técnica introducida en 1910 y que se ha convertido en esencial en la actividad urológica.La resección endoscópica de la vejiga es un procedimiento con fines diagnósticos y terapéuticos, que sólo se pueden lograr cuando se tiene en cuenta la gran complejidad técnica que requiere.La mejora de la calidad óptica, la aparición de nuevas fuentes de energía, así como la introducción de instrumental que ayuda a la detección amplían el abanico de las posibilidades técnicas de las que dispone el urólogo.La resección requiere una etapa de aprendizaje y unos buenos conocimientos de sus riesgos, porque expone a complicaciones específicas y frecuentes, que suelen asociarse a morbilidad para el paciente.Un tratamiento óptimo precisa una técnica perfecta, pero también exige que se tengan en cuenta los distintos parámetros que preceden al propio procedimiento.La exploración física, las pruebas de imagen, la citología y los datos de la exploración endoscópica pre e intraoperatoria son otras informaciones esenciales.Palabras clave: Cáncer de vejiga, Tumor vesical sin infiltración muscular, Resección transuretral, Endoscopia
Las estenosis ureteroileales tienen una incidencia del 2-12%.En la mayoría de los casos, se sitúan en la unión ureteroileal izquierda y se producen con más frecuencia después de la radioterapia o de una cirugía complicada con una fístula anastomótica.Suelen ser poco sintomáticas y su diagnóstico se sospecha ante la aparición de insuficiencia renal o de infecciones de repetición.La confirmación se obtiene mediante las pruebas de imagen.La ecografía muestra una dilatación de las cavidades pielocaliciales proximal a la estenosis.La inyección de contraste en la derivación ureteroileal de Bricker o la pielografía retrógrada permiten precisar el grado, la localización y la extensión de la estenosis.La urotomografía computarizada (uro-TC) presenta la ventaja de mostrar además sus relaciones con los órganos de vecindad.Su tratamiento permite eliminar la obstrucción que, según su grado, provoca la formación de cálculos, infecciones y destrucción renal.Dependiendo del origen tumoral o benigno de la estenosis, pero también de la funcionalidad del riñón suprayacente, el tratamiento puede ser conservador o consistir en la resección del uréter y del riñón.Los tratamientos endoscópicos, pese a que son menos eficaces, se utilizan como primera elección debido a su menor morbimortalidad.Consisten en la colocación de endoprótesis o en la dilatación o la incisión de la estenosis.Se realizan en la mayoría de los casos por vía combinada.El acceso anterógrado permite atravesar la estenosis y el acceso retrógrado permite tratarla bajo control visual.Entre estas técnicas, la incisión de la estenosis con bisturí frío, mediante el catéter con balón Acucise, o con láser, es el tratamiento más eficaz.Se debe realizar con prudencia, debido al riesgo de lesión de la arteria ilíaca, del borde mesentérico del injerto o de lesión digestiva.Las técnicas a cielo abierto son más eficaces, pero son difíciles, debido a las adherencias postoperatorias.Consisten principalmente en la resección de la zona estenosada antes de realizar una nueva anastomosis.En caso de recidiva tumoral, el tratamiento depende esencialmente de la posibilidad de obtener el control local del tumor; en la mayoría de los casos, se emplean técnicas paliativas por vía endourológica.Palabras clave: Estenosis ureteroileales, Complicaciones de las anastomosis ureteroileales, Endoureterotomía, Dilatación de estenosis, Acucise
El carcinoma urotelial de las vías urinarias altas es una afección infrecuente cuyo tratamiento de referencia es la nefroureterectomía total (NUT) con exéresis de un manguito vesical.Sin embargo, esta modalidad terapéutica supone una reducción nefrónica considerable.El tratamiento conservador puede plantearse en caso de necesidad si la NUT condujera a los pacientes a diálisis o ante una lesión (no infiltrante, de bajo grado y pequeño tamaño) de pronóstico favorable, siempre que a continuación se efectúe una vigilancia estricta.La evaluación preterapéutica consiste en la práctica de una ureterorrenoscopia flexible diagnóstica, asociada a biopsias in situ para confirmar el diagnóstico y caracterizar mejor la lesión.Hay varias opciones de tratamiento conservador en función de la localización tumoral, de la experiencia del cirujano y del material disponible.La cirugía abierta y laparoscópica de las lesiones uroteliales de las vías urinarias altas se reserva para las lesiones ureterales.La elección de la vía de acceso depende de las costumbres del cirujano.El riesgo de recidiva ipsilateral se estima en el 10-20%.El tratamiento endoscópico por ureterorrenoscopia flexible y fotovaporización con láser se adapta a todas las localizaciones tumorales, con excepción de los casos infrecuentes de tumores de los cálices inferiores, en ocasiones inaccesibles, en los que puede llevarse a cabo un tratamiento endoscópico percutáneo, que es una técnica reservada a centros especializados.Estas modalidades terapéuticas endoscópicas tienen un índice más elevado de recidiva local y vesical, razón por la cual es fundamental que los pacientes acepten someterse a un ritmo de vigilancia sostenido.Para limitar este riesgo de recidiva, algunos equipos han sugerido las instilaciones intracavitarias de mitomicina C o de bacilo de Calmette-Guérin (BCG) como adyuvante de los tratamientos endoscópicos.Sin embargo, todavía falta determinar su eficacia y su estandarización.No existe ningún estudio comparativo con un nivel de prueba suficiente que permita confirmar la equivalencia de los tratamientos conservadores con el tratamiento de referencia.Esto implica que se realicen en centros de referencia y se propongan a pacientes bien escogidos.Aunque la repetición de un tratamiento conservador es una opción en caso de recidiva, la nefroureterectomía es el tratamiento para considerar como primera elección en caso de lesión de alto grado.Palabras clave: Carcinoma urotelial, Vía excretora urinaria alta, Ureterectomía segmentaria, Ureteroscopia, Cirugía percutánea